miércoles, 19 de diciembre de 2007

Buenos deseos 2008

Las vacaciones están por llegar y con ellas fechas tan entrañables como la Navidad, el Año Nuevo y el Día de Reyes. Es época de dar gracias a Dios por todas las bendiciones, de ver a nuestros seres queridos, comer de lo lindo, consentimos con algunos regalillos, disfrutar de las luces de colores e inevitablemente reflexionar sobre el año que está por terminar y ver en perspectiva el que está por venir.

Nuestro 2007 ya tiene listas sus maletas y el 2008 casi toca a la puerta; momento idóneo para formular nuestros deseos para los próximos 12 meses. Hablo de deseos y no de propósitos porque para muchas personas estos llegan a tener una connotación forzada, obligatoria, que en lugar de hacerse con gusto se vuelve castigo auto impuesto.

Lo mejor es pedir deseos y armarse de fuerza de voluntad para hacerlos realidad en la medida que estén al alcance de nuestro arbitrio, siempre planteando cosas realistas y teniendo mucha fe en que este año será aun mejor que el anterior.

Pero por ahora, dejemos la seriedad para otra ocasión y pasemos a lo que podrían ser algunos deseos de lo que no queremos para el próximo año y que no necesariamente podemos modificar en lo individual. Si se les ocurren otros, no duden en darlos a conocer!!

1. No queremos saber más del ex presidente Fox y su familia. Práctica priísta o no, por favor ya quítenle el reflector y ciérrenle el pico.

2. No más noticias de la familia Beckham, Britney Spears, Lindsay Lohan, ni otros pseudo artistas de petatiux. Sus vidas, descaros y trivialidades nos tienen absolutamente sin cuidado.

3. No queremos saber de las derrotas de la Selección Nacional de futbol contra países considerados de bajo perfil. Su mediocridad no debe ser digna de quitarnos el tiempo.

4. No más notas sobre Irak. Ante el empecinamiento estadounidense, que se vuelva a tocar el tema hasta la nueva administración de ese país americano.

5. No queremos saber de los productos mágicos 100% inútiles que anuncian en televisión a toda hora en todos los canales, ya sean por cable o por televisión abierta. Basta de engañar a los consumidores.

6. No más contrataciones millonarias para deportistas que sólo dan de qué hablar por su vida privada y no por su desempeño. Son una grosería para la gente que vive con un dólar al día (1,500 millones de personas alrededor del mundo, para ser exactos). Lo mismo para la clase política mexicana y sus sospechosas fortunas.

7. No queremos cifras que nos digan que el petróleo se está terminando, que hay muchos pobres en el país, que el nivel educativo es ínfimo y que el desempleo persiste. Acción, señores, queremos acción!!

8. No queremos denuncias de la existencia de ambulantes cuando empresas como Coca Cola hasta refrigeradores les proporciona, o la publicación de anuncios donde se promueve el pago por la electricidad cuando cientos de miles la roban vía ‘diablitos’ a la vista de todos. No más doble moral en el usufructo público y en el marco legal.

9. No queremos saber más del ‘gober precioso’ hasta que anuncien su dimisión del cargo. Lo mismo para algunos miembros del gabinete federal (bueno, de por sí no se habla de ellos, ni siquiera se les conoce).

10. No más anuncios espectaculares, marchas, zonas que se inundan, baches, plantones, goteras ni caos en la ciudad. Queremos calidad de vida.

11. No queremos más impuestos o cobros arbitrarios tipo tenencia, verificaciones vehiculares o aumentos a la gasolina. Legisladores, desquiten sus dietas y propongan medidas que no vayan a la yugular de los cautivos.

Pero como afirmaran categóricamente en la película Miss Simpatía, lo que sí queremos es ‘la paz mundial’ y lo mejor de lo mejor, que es lo que les deseo a todos y cada uno de ustedes. ¡¡¡¡Que tengan un excelente 2008!!!! Como dijeran antaño, ‘salud y pesetas', jaja!!!!

viernes, 14 de diciembre de 2007

Celebrando a García Márquez

No podía pasar este 2007 sin leer a García Márquez, justo cuando se cumplen 25 años de haber sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura y 40 de la publicación de Cien años de soledad.
Por ahí de marzo leí El otoño del patriarca, un excelente texto que retrata la vida de un dictador caribeño, bananero, escrito de manera original prácticamente sin signos de puntuación y cuya redacción fluye como el mar que ve el protagonista desde su casa-fortaleza, hasta que lo entrega a los gringos como abono de la deuda externa.

Qué imágenes, qué manejo del lenguaje, qué forma de crear una personaje. A partir de ese libro comprendí la relación que guarda el escritor con el cubano Fidel Castro, por quien seguramente a veces siente pena, mucha pena (y el paralelismo puede extenderse a nuestros días, pues al igual que en el libro, nadie sabe si el general continúa o no con vida, pero todos le siguen rindiendo un culto extremo).

El general, un personaje de edad ignota y una psicología profunda, única, decreta la canonización de su madre y consigue un ‘doble’ para que lo suplante mientras él se dedica a otros asuntos.

En cierto momento, el general presencia lo que sería su propio velorio, su propia muerte. Haciendo gala de un cinismo sin par, el personaje compadece al pueblo y se pregunta ¿qué haría la gente cuando él muriera, qué harían sin su guía, qué haría el ‘pobre país’ sin la dictadura? (Y seguramente es el exceso al que llega la mente de todo dictador, en una combinación entre el mesianismo y la autocomplacencia).

Y cómo conformarse con una sola obra para este 2007 cuando el libro a conmemorar es Cien años de soledad, el cual terminé esta semana. Todos lo hemos leído alguna vez, pero con el tiempo, por el mero gusto de reencontrarlo, deja en el lector un sabor de boca que sólo un buen texto puede dejar. Es simplemente magnífico, un relato tan singular como la cosmogonía y la cotidianidad propias de un individuo o una colectividad, aderezadas de sus ritos y mitos, creencias y prácticas, pero transportada a la maestría de las letras de García Márquez.

En Macondo, lugar donde se desarrolla la historia de la familia Buendía, se mezclan lo primitivo – sin necesidad de un cementerio, propiedad privada, policía o sociedad –, lo contemporáneo – el abuso de un cargo público y la lucha política entre liberales y conservadores con sus respectivas guerras inútiles – y algo tan atemporal como es el surrealismo de este continente, en paralelo al misticismo de los Buendía, con quienes todo puede suceder de la manera más inverosímil.

Desde un sobresaltado tradicionalismo local hasta un gusto por lo desconocido que no raya en la ignorancia sino en la ingenuidad más fantástica. Cómo dejar pasar la lluvia de diminutas flores ante la muerte de José Arcadio, primerísimo pilar de su estirpe; o el olor a pólvora que se adhirió al cadáver de su hijo asesinado, al grado que la tierra lo transpiraba ya en el camposanto; o la enfermedad del insomnio que llevó a la gente a poner etiquetas con conceptos a cada cosa que existía para no olvidar qué era y para qué servía.

Qué libro, qué locura de libro, qué realismo mágico tan propio, tan nuestro, tan suyo. No en vano, Gabo es uno de los grandes de las letras universales.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Las mujeres al poder: dos facetas

En todo el mundo, el discurso del ‘empoderamiento femenino’ está en boga. Con ese término – que en lo particular me parece una ridiculez por lo que en la práctica se puede constatar – se hace referencia al posicionamiento de las mujeres en círculos laborales, económicos y sociales.

La política no es la excepción y es donde más patente resulta esa escalada femenina. El último ejemplo es el de las elecciones argentinas, en las cuales resultó ganadora la candidata Cristina Fernández, que toma posesión el próximo 10 de diciembre. Si vemos su curriculum, nos daremos cuenta que es abogada, que milita en el Partido Justicialista y que ha estado en la política desde hace varios años. Es decir, ha recorrido un trecho para llegar hasta ahí.

Sin embargo, existe un dato que, a mi juicio, elimina buena parte del mérito: es esposa del mandatario saliente del mismo país, Néstor Kirchner. ¿Porqué lanzarse por la presidencia en ese momento, porqué utilizar toda la maquinaria estatal argentina para posicionarse en las preferencias del electorado, porqué no esperar a que pasaran algunos años para soñar de nuevo con la Casa Rosada, porqué aprovecharse del apellido, porqué el discurso de las mujeres para ganar adeptos, porqué dar pie al ‘kirchnerismo’, porqué imponerse como se impuso?

Hay que saber cuándo es el tiempo para hacer las cosas, mas eso no significa ‘aprovecharse de la coyuntura’, sino saber llegar con una trayectoria propia, sin ‘empujoncitos’ de ninguna índole. Ahí tenemos, en contraposición, el caso de Hillary Clinton. Durante la presidencia de su esposo, ella supo continuar con sus propias actividades al tiempo que desempeñó decorosamente el papel de Primera Dama.

De eso hace ya 6 años, tiempo en el cual la también senadora demócrata ha sabido moverse en el espectro político de su país sumando apoyos a su causa, recaudando fondos y haciéndose de una imagen propia, sin importar el peso del apellido y el hecho de que William Clinton fue un presidente que supo dar rumbo a la nación estadounidense. Eso hace la abismal diferencia.

Las mujeres que lleguen a ocupar cargos de alto nivel deben ser aquellas comprometidas con las causas, íntegras, no un puñado de féminas resentidas con la vida, aquellas que con el poder pretenden desquitarse con el mundo por sus propios complejos, sus propias inseguridades, porque a pesar del puesto siempre se sentirán inferiores y actuarán en consecuencia.

Como un consejo, yo diría a las mujeres que no se mimeticen con lo que tanto les molestó del sistema masculino, sino que aporten a éste su lado femenino para transformarlo, esas cualidades que socialmente se reconocen en todas las mujeres: un gran sentido de la responsabilidad, trabajo comprometido y una buena dosis de creatividad.

martes, 27 de noviembre de 2007

P.D. Paradojas del via crucis

No podía pasar al siguiente blog sin comentar un detalle adicional del Foro Sol: en cualquier recinto, pagar por estar en zona preferente implica beneficios como tener mayor visibilidad y estar más cerca del escenario. Sin embargo, en el Foro Sol, pagar más no necesariamente significa lo mejor:

- Son los primeros que tienen que llegar porque los boletos no están numerados.

- No tienen asientos, sino que pasan todo el concierto de pie, y al cansancio se le suman las horas de espera producto del punto anterior.

- No tienen libertad de movimiento debido a que, cual ganado, conforme llegan se colocan, todos pegaditos pegaditos para que quepan más. Y no quiero ver la escena en una contingencia.

- Por último, y quizá de lo peorcito, está el hecho de que no tienen acceso a los baños 'normales', sino que sólo pueden ir a uno de las decenas de Sanirent - W.C.s portátiles - que se encuentran alineados a nivel de cancha (bueno, únicamente si pueden superar el hacinamiento que mencioné generado por la falta de movilidad).

¡Y todo por pagar 2,300 pesos más cargo, bendita gayola, jajaja!

Así les fue a los del concierto de The Police, que dicho sea de paso, estuvo muy bueno, a pesar de que no faltó quien se decepcionara pensando que vería a Sting y escucharían sus canciones, pero era el concierto The Police, no de Sting como solista.

viernes, 23 de noviembre de 2007

El via crucis del Foro Sol

La semana pasada les hablé de la increíble experiencia vivida en los últimos tiempos al asistir a conciertos memorables. Lo que no les conté fue el via crucis implícito en una sola expresión: Foro Sol, ese recinto improvisado y mal señalizado que se convierte en la pesadilla de los asistentes cada vez que hay un concierto.

La primera vez que fuimos fue para la presentación de Depeche Mode: qué espanto, pasamos alrededor de 40 minutos buscando estacionamiento en calles aledañas porque los cajones con que cuenta el Foro son insuficientes. Incluso me atrevería a decir que el déficit de lugares para estacionarse es de un 65-70%.

Camellones, banquetas, laterales y cualquier planicie se convierten en estacionamiento. Además, los ‘cuida-coches’ surgen como el moho, sin aviso, y se atreven a exigir entre 100 y 200 pesos por dejar el auto mal colocado en la vía pública, con el riesgo de que se lo lleven al corralón, lo choquen o definitivamente lo sustraigan. Sobra decir que el supuesto ‘cuidador’ desaparece mucho antes que termine el concierto y que la salida se prolonga por otra hora en lo que se llevan a cabo las maniobras para desenmarañar la bola de estambre que provocan.

Ante eso, la segunda ocasión, para el concierto de Roger Waters, decidimos llegar en metro: saliendo del trabajo tomamos la línea 9 y listo, sin tanto problema. El caos fue para regresar a casa. Al igual que cientos de personas, nos enfilamos al metro. Cuál fue nuestra sorpresa que, paradójicamente, por haber concierto lo cierran antes en lugar de dejarlo abierto al menos al horario normal para agilizar la salida. Quisimos tomar un taxi y no había o pasaban ocupados. Después de 15 minutos de frenética búsqueda, pudimos encontrar uno disponible que nos llevó a casa por la cantidad de 200 pesos.

Como ninguna de las alternativas se podía calificar de óptima, la tercera vez, la de Soda Stereo, pensamos ir en metro y regresar en taxi. Pero nuevamente la desorganización y el desastre imperaron y nuestro plan original falló porque había un cerco peatonal a lo largo de Churubusco que impedía que tomáramos un taxi de los muchos que pasaban por ahí. Cruzamos hacia el otro lado y vimos un autobús que apenas era abordado y que nos podía llevar hasta San Ángel, al sur, hacia nuestros rumbos.

La primera sorpresa fue el cobro de 30 pesos por persona cuando la tarifa máxima es de 4 pesos y, por tratarse de horario nocturno, hubiera sido únicamente 20% mayor. El vehículo nos dejó en Miguel Ángel de Quevedo, donde casi a las 2 de la mañana no había un sólo taxi ni siquiera en el sitio al que pensábamos recurrir. Por fin tomamos uno que nos cobró 80 pesos por una distancia no mayor a los 5 kilómetros, que en tiempo se tradujo a unos 12 minutos.

Ustedes dirán: ‘hubieran pedido taxi de sitio para asegurar el traslado de regreso’. Sin embargo, el hecho de que cierren vialidades y limiten las salidas del Foro también dificulta esta opción, aunada a otras ‘irregularidades técnicas’ como no señalizar hacia dónde tomar para acceder al lugar ya sea en auto o a pie, cerrar el paso del puente peatonal inmediato para cruzar Churubusco, llenar sin ton ni son ni precaución el ‘nivel de cancha’ haciendo caso omiso a una posible contingencia, o poner en práctica la malvada costumbre de iniciar el evento 30 o 40 minutos después de lo programado para dar tiempo a que las papas, palomitas, cervezas, flanes y sopas instantáneas sigan su acelerada circulación entre los consumidores a precios infladísimos, entre muchas otras anomalías.

Y seguro se preguntarán, ¿porqué vuelven a ese lugarsucho? No pretendemos ser mártires ni mucho menos, simplemente vamos por necesidad, porque los cantantes o grupos que ahí hemos visto no han sido programados para otros lugares (por ejemplo, un concierto en ese lugar significa cinco y medio conciertos en el Auditorio Nacional). Pero como consejo, si pueden escoger, definitivamente ahórrense el via crucis del Foro Sol.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Nostalgias musicales

Este otoño ha sido tiempo de nostalgias musicales. Lo que muchos creyeron imposible fue una realidad cuando anunciaron que grupos extintos en las industrias culturales pero no en la memoria de sus seguidores volverían a los escenarios. Así ocurrió con Soda Stereo y The Police. Los primeros se retiraron hace 10 años y los segundos en 1985.

Ayer tocó el turno a Soda Stereo, por lo cual César y yo fuimos por la noche al Foro Sol, donde por más de dos horas y media el trío argentino interpretó las canciones que marcaron la corriente conocida como ‘rock en español’ y que se han adoptado como himnos generacionales.

Allá estábamos alrededor de 55 mil almas, en plena Ciudad de la furia, disfrutando a través de la Persiana americana, esperando que Pase el temblor, dejándonos llevar por una tonada De música ligera y sabiendo que eso no era Nada personal.

Qué maestría para convertir en cómplice a cada instrumento, la voz de Gustavo Cerati como si no hubiera pasado un día desde que grabaron los discos hace más de 10 o 15 años. En pocas palabras, un verdadero privilegio poder escuchar en vivo las canciones que se estrenaron en el antaño colectivo.

Para la próxima semana nos esperarán Sting, Andy Summers y Stewart Copeland, mejor conocidos en conjunto como The Police, ese grupo que tanto le gustaba a mi primo Luisín, para deleitarnos con temas como Every step you take, Message in a bottle y Every little thing she does is magic, los cuales ya se han convertido en clásicos contemporáneos.

Y esos no son los únicos conciertos de corte retro: hay que destacar también los de Miguel Bosé que se llevaron a cabo en octubre. Si bien es cierto que Bosé sigue en el medio artístico, su último material es una compilación musical de sus grandes éxitos para festejar 30 años de carrera y 50 de edad. Fue realmente increíble escuchar a Bosé interpretando esas canciones que sonaban en la radio cuando uno entraba apenas a la primaria. Incluso algunas que datan de sus inicios, como Linda y Morir de amor, suenan espectaculares con una voz madura, con notas siempre vigentes.

A mi, lo que me queda, es seguir esperanzada en que Mecano, el grupo español formado por Ana Torroja y los hermanos José María y Nacho Cano, sucumbirá ante la magia del público y la sed de interpretar sus memorables rolas, con el eco de ‘aquellos tiempos’ resonando en su cabeza.

Como acertadamente dejan abierta la posibilidad en su canción El uno, el dos, el tres:

Y quizá volvamos al local
a cantar para nosotros
lo de "Hoy no me puedo levantar"
y dejar que esa chorrada
nos empañe la mirada
lágrimas de agua pasada
despintando la fachada.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Horario de verano, ¿cuál ahorro?

Recientemente terminó el horario de verano. A mi me gusta mucho esa modalidad porque los días parecen durar más y todavía llegamos a casa en la tarde con luz de día, aunque el que inicia también es especial porque anuncia que falta menos para Navidad.

Pero más allá de preferencias personales – que si el reloj biológico, que si se les hace tarde, que si no se enteraron, etcétera etcétera –, vayamos al centro de ese asunto de los cambios de horario. Esa práctica surge con la finalidad de ahorrar energía. Funcionarios del sector energético han señalado que con la implementación de esa medida los ahorros son millonarios. Adicionalmente, formulan una serie de recomendaciones como la sustitución de electrodomésticos de alto consumo eléctrico y la adopción de lámparas ahorradoras en lugar de las bombillas convencionales para disminuir el consumo de energía.

En contraposición, el reclamo popular reza ¿porqué nunca se refleja ese ahorro en nuestros recibos de luz, porqué el aumento sí se refleja en las facturas posteriores a las fiestas de diciembre, porqué pago lo mismo aunque haya sustituido focos y aparatos caseros, porqué no desconectan los ‘diablitos’, tan claramente visibles en las calles, mediante los cuales opera el ambulantaje?

El cuestionamiento que a veces se olvida es ¿porqué el gobierno pregona por el ahorro de energía cuando no predica con el ejemplo? Ahí tenemos centenares de edificios públicos que mantienen encendidos innumerables plafones, computadoras, impresoras, copiadoras y motivos decorativos, no por la carga de trabajo que se tiene, sino por mera ineficiencia.

¿A qué me refiero? A que se puede mantener funcionando toda la estructura eléctrica de uno o más pisos únicamente porque un funcionario que finge que trabaja está esperando que le llegue un correo electrónico – que naturalmente no llega sino hasta el día siguiente, cuando en horas de trabajo oficiales podría recibirlo –, y en esa espera obliga a quedarse a todo el personal a su cargo sin que este último tenga cosas por hacer.

En ese sentido, al gobierno se le piden dos cosas: eficiencia y congruencia. La primera, porque en la medida que se respeten horarios, se homologuen condiciones laborales y se respete el derecho a la vida propia de los servidores públicos, se promoverá un trabajo de calidad, partiendo de que las personas realizan su trabajo con la mejor de sus actitudes. La segunda, porque sólo en la medida que el gobierno presente una actitud modelo se encontrará en la posición para exigir la cooperación de la ciudadanía.

De cualquier forma, ojalá que un día logremos que el gobierno saque las manos de la administración de recursos energéticos como la electricidad. Podría ocurrir como con el servicio de telefonía: independientemente de los cuestionables procesos de compra-venta y lo elevado de las tarifas en comparación con países desarrollados, en un principio muchos se quejaron de que Teléfonos de México pasara a manos privadas, pero el día de hoy nadie cuestiona que al menos el servicio mejoró sustancialmente respecto a la fase de posesión gubernamental. Lo mismo podría pasar con la energía eléctrica.
P.D.: Decidí no tratar el tema de Tabasco porque las imágenes hablan por sí solas. Lo que sí haré es pedirles que se unan a la colecta de víveres y artículos de primera necesidad para los damnificados. Nada sobra. Si cada uno donamos al menos una botella de agua, una lata de atún, una barra de jabón o un paquete de pañales, la contingencia se superará pronto. Recuerden que debemos hacer por otros lo que nos gustaría que hicieran por nosotros - y pidamos a Dios que nunca nos suceda una desgracia como la del sureste mexicano - .

jueves, 1 de noviembre de 2007

La aculturación en nuestro tiempo

El tercer programa de esta temporada de otoño de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) estuvo compuesto por la ópera Porgy and Bess, de George Gershwin, las Danzas Sinfónicas del musical West Side Story, de Leonard Bernstein, y una selección de temas de la película Star Wars, de John Williams.

El concierto fue poco convencional: cada parte fue presentada por un narrador, Leonardo Mortera, que explicaba el contexto de esas melodías y su lugar en la música contemporánea. Adicionalmente, la parte final fue aderezada por la presencia de actores que escenificaban partes del largometraje de George Lucas, de tal manera que la Sala Nezahualcóyotl fue iluminada con las espadas de los caballeros Jedi, la mirada sabia del maestro Yoda, la imponente estatura de Chewaca y los movimientos característicos de C3PO. Hasta el violín principal se caracterizó como Luke Skywalker.

César dijo que en ese recinto nunca había escuchado una ovación como la de esa noche: todos aplaudíamos y disfrutábamos de la combinación de artes de la cual éramos testigos. La dirección fue magistral – tomando en cuenta el hecho de que Alun Francis, director en turno, formó parte de la orquestación original de la película –, la ejecución de cada instrumento una delicia – que incluyó al cello a Valentin Mirkov, quien alguna vez me diera clases de dicho instrumento –, y si uno es fan de alguna o de todas las obras – como mi mamá en el caso de West Side Story y César y yo en el de Star Wars – el concierto estuvo sensacional.

Sin embargo, no a todo mundo le pareció algo tan extraordinario: dos días después de la función, en los medios se hablaba de las opiniones encontradas que generó. Algunos coincidían con nosotros y calificaban el concierto de todo un suceso; otros decían que les parecía una falta de respeto que se tocara esa música en ese lugar y encima hubieran permitido la irrupción de los personajes durante el evento.

Lo anterior me lleva a pensar en la aculturación, que es el proceso que permite asimilar elementos de una cultura en otra, y lo que sucedió en la Sala Nezahualcóyotl en esa ocasión es claro ejemplo de ello. De un tiempo a la fecha se ha vuelto cada vez más frecuente que las orquestas interpreten a los contemporáneos, temas de película, que rindan homenaje a compositores locales – como sucedió recientemente con Cri Cri –. Es decir, el esquema clásico implícito en una orquesta, con una estructura formada por determinado número de alientos, cuerdas y percusiones, incorpora a su repertorio aquellos nuevos componentes que el tiempo va generando.

Lo mismo sucede con la siguiente disyuntiva: Día de Muertos o Halloween. En esas fechas se observa una mezcla particular, pues las ofrendas se siguen erigiendo en altares caseros, populares, colectivos e institucionales, se incentiva la redacción de calaveras y se continúan tradiciones como el consumo de pan de muerto – hasta las transnacionales lo venden, prestando atención a los usos y costumbres locales aunque sea por lucro –. Y también los niños se disfrazan para pedir dulces de puerta en puerta como en los países anglosajones, aunque disfraces mexicanos como La Catrina se han incorporado de manera sui generis al proceso del trick or treat.

Recapitulando, bien podemos hablar de la aculturación de noviembre como lo siguiente: un pequeño se disfraza de vampiro para pedir golosinas y luego regresar a su casa para comer pan de muerto en compañía de su familia al tiempo que encienden las veladoras en honor a sus difuntos que vendrán de nuevo a su morada. ¿Algo bueno, algo malo? Simplemente aculturación.

Recordemos lo que dicen los antropólogos y tengámoslo siempre presente: la cultura siempre es dinámica, como dinámico es el propio ser humano. Y también recordemos que nuestro presente siempre va a estar compuesto de aculturaciones pasadas.

viernes, 26 de octubre de 2007

¡Respeto, por favor! El caso Xochicalco

En el marco de la celebración de nuestros primeros 6 meses de casados, César y yo tuvimos la fortuna de conocer Xochicalco, sitio arqueológico que en diciembre de 1999 fue declarado Patrimonio Común de la Humanidad por la UNESCO por su excelente estado de conservación, por ser vivo ejemplo de las ciudades fortificadas del Período Epiclásico y porque su arquitectura muestra la fusión de distintos estilos mesoamericanos.

En medio de cerros cubiertos de un verdor singular, bajo un cielo pletórico de azul y con el delicioso calor morelense acompañado de un ligero viento fresco a nuestro favor, recorrimos la zona, la cual comprende la tradicional plaza con monumentos que emulan la cosmogonía prehispánica, un monumento a Quetzalcóatl, basamentos civiles, estelas, una gruta donde se estableció el observatorio y tres juegos de pelota, entre otras construcciones.

Nos deleitamos con los grillos, las mariposas, los pájaros y hasta una iguana que apareció tan milenaria como el lugar mismo. Adicionalmente, las vistas son espectaculares y los tabachines dan la mano al visitante a lo largo del recorrido. Es verdaderamente impresionante el estado en que se conserva Xochicalco, tanto por los trabajos de restauración que en algún momento se realizaron, como por el mantenimiento que el INAH da al sitio (recolección de basura, recorte del pasto, señalización, establecimiento de paneles solares, etc…).

Como es natural, hay secciones donde el paso está prohibido con la finalidad de que futuras generaciones puedan disfrutar de un patrimonio que desde ahora les pertenece tanto como a nosotros y como les perteneció a otros en el pasado.

Sin embargo, cuál fue nuestra sorpresa cuando al estar en la etapa final de la visita, sentados sobre el pasto que cubre un basamento de la pirámide principal, escuchamos que una persona de vigilancia le pedía a alguien que bajara de la parte más alta de esa misma construcción, donde está estrictamente prohibido subir. La amable solicitud a descender fue repetida en tres ocasiones, a lo que retadoramente respondió una voz ‘échame a la policía’.

Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta que la acción no la realizaba un estudiante inconsciente, sino una persona con la madurez suficiente para comprender y acatar una norma. Mayor fue nuestra sorpresa cuando lo vimos y nos dimos cuenta que era un hombre que rondaba los treinta y tantos, con vestimenta que denotaba su buena posición socioeconómica y que seguramente por capricho permanecía en la zona prohibida. En pocas palabras, se trataba del prototipo de una bestia peluda.

La situación era intolerable, así que lo increpamos, exigiendo que bajara en ese momento. La gente que pasaba por la plaza principal se fue uniendo desde su lugar a nuestra causa hasta que, luego de que el fulano nos propinara una serie de insultos, señas obscenas y con una prepotencia de aquellas – que incluye intimidación con binoculares y con una cámara digital –, el personaje salió corriendo. Al poco tiempo nos dimos cuenta que gracias a que lo entretuvimos, el personal de seguridad hizo lo propio y en unos minutos llegó la policía estatal para consignarlo.

¿En qué paró la historia? Lo desconocemos, pero lo que sí nos quedó claro fue que el tipo ha de ver pasado un mal rato a salto de mata. Suponemos que probablemente sí lo atraparon, ya que por su ubicación geográfica sobre un cerro, Xochicalco cuenta únicamente con dos vías de acceso.

Sin embargo, la situación nos lleva al mismo tema: respeto. ¿Por qué gente como esa no acata que no debe subir a un monumento para que sus hijos, nietos y los que están por venir también lo disfruten, porqué la agresión contra los demás, porqué el abuso?

Lo ideal es que impere la actitud respetuosa, pero mientras eso sucede, reside en nosotros la obligación de acatar lo que debe ser. No es cuestión de ‘echar pleito’, sino de ‘hacer respetar’, porque las consecuencias de todo acto repercuten en todos.

P.D.: Y si tienen oportunidad, no dejen de visitar Xochicalco, un lugar excepcional a hora y media de la Ciudad de México (y tampoco pierdan las nieves de mamey que venden en las cercanías, mmm!!).

viernes, 19 de octubre de 2007

El lado cuestionable de los Premios Nobel

Alexander Fleming, Henri Bergson, Ivan Pavlov, Alexandr Solzhenitsyn, Ernest Rutherford, Rabindranath Tagore, Pierre y Marie Curie, Ernest Hemingway, Albert Einstein, José Saramago, Niels Bohr, George Bernard Shaw y Amartya Sen. Todos ellos comparten algo: el hecho de haber sido acreedores a un Premio Nobel.

Y si nos vamos a la categoría de las vidas consagradas a la paz, tendremos figuras como Martin Luther King Jr., el Dalai Lama, la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela y organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, UNICEF y Amnistía Internacional. Todos ellos han tenido firmes convicciones y han sido íntegros, congruentes con el discurso y la acción.

Desconozco los criterios, las nominaciones y a buena parte de los laureados del ámbito científico. No obstante, en lo relacionado con el pacifismo y las buenas causas, es bien sabido que de un tiempo a la fecha el Nobel de la Paz se ha politizado y la mano estadounidense es cada vez más evidente.

- En 2000, Kim Dae-jung, surcoreano, recibió el premio en reconocimiento a sus esfuerzos por la reconciliación con Corea del Norte. Hay que recordar que ese país es una amenaza real para EU por la posesión de armas nucleares y por tener un desequilibrado al frente del gobierno.

- En 2001, la ONU y Kofi Annan fueron los elegidos. Justo en mayo de ese año, Bush y sus tropas invadieron unilateralmente Irak, sin aval de dicha organización, dejando en claro que la estructura de ésta es caduca y su autoridad nula. El hecho de que le dieran el Nobel no fue más que una especie de premio de consolación, ‘por no dejar’, ‘de perdida’.

- En 2003, Shirin Evadi, una mujer de nacionalidad iraní, fue galardonada por su lucha por los derechos humanos, principalmente de mujeres y niños, en la región. El reconocimiento es opacado por el hecho de que por encima de Corea del Norte, Irán es probablemente el enemigo real más grande que tiene EU por su poderoso armamento y un líder aun más desquiciado que el norcoreano en el poder.

Este año, el Premio Nobel de la Paz se otorgó conjuntamente al Panel Intergubernamental para el Cambio Global y para el ex vicepresidente de EU, Albert Arnold ‘Al’ Gore. El primero tiene por trasfondo una preocupación real por las causas y efectos del cambio global en el presente y cómo prevenir los daños para que las futuras generaciones tengan las mejores condiciones para vivir.

Sin embargo, Al Gore aparece como un ecologista light, pues a pesar de que lleva más de dos décadas en la causa ambiental, lo cierto es que han salido a la luz detalles de su vida cotidiana donde se demuestra su falta de congruencia.

Veamos: no puede recomendar la sustitución de focos tradicionales por lámparas compactas fluorescentes, menor uso de la secadora de ropa y la utilización de menos agua caliente, cuando en su casa, ubicada en el estado de Tennessee, tiene faroles de gas en el jardín, una alberca con calefacción permanente y una puerta eléctrica de uso constante, lo cual genera un pago anual de energía por 30 mil dólares, que dividido en mensualidades equivale a la anualidad por el mismo concepto de una familia estadounidense promedio.

No dudo que su documental The inconvenient truth esté bien realizado y aporte información relevante en torno al calentamiento global. Pero de ahí a consagrarse como ecologista… eso hace que la validez del premio sea bastante cuestionable. Parafraseando el título del mismo documental, esa es la ‘verdad incómoda’ de todo esto.

Si la Fundación Nobel no encuentra a la persona u organización apropiada, con el peso suficiente, la trayectoria, los méritos y el esfuerzo necesario en la lucha por una causa universal para recibir el premio, lo mejor sería declararlo desierto, tal como sucedió durante la Primera Guerra Mundial, algunas veces en la década de los 20, la Segunda Guerra Mundial y en los años 70. Si eso envía una señal negativa, lo cierto es que no importaría tanto como el desprestigio que han adquirido recientemente los premios al otorgarlos por mera coyuntura como ya se hizo notar.

El tiempo dirá quién tiene la razón: si es que Gore es una persona comprometida con el planeta y quiere seguir sembrando conciencias en materia ambiental, o si sólo quería reflector en una actividad alternativa a la política que le permitiera brillar en contraposición a la opacidad que vive George W. Bush, el hombre que lo derrotó cuestionablemente en las urnas en el año 2000.

viernes, 12 de octubre de 2007

De creencias culinarias y otros mitos

Nacemos con ellas y casi las hacemos dogmas. Entre niños dicen ‘si te pasas una semilla de naranja te crece un árbol en el estómago’ o ‘si se te cae un alimento al piso lo chupa el diablo’. Esta clase de afirmaciones son enteramente falsas y en ocasiones también completamente absurdas.

Lo cierto es que existen creencias y mitos relacionados con la comida y los estados de ánimo que a pesar de la escuela, los libros, el paso del tiempo y el avance científico de la humanidad, permanecen en la cotidianidad. Veamos algunas de ellas:

- No comer aguacate después de un coraje.

- Comer pan blanco después de un susto.

- No comer huevo después de una discusión.

- No comer sandía en la noche.

- Tomar leche tibia con miel para dormir mejor.

A diferencia de los mitos de infancia, seguro algunos de estos resultarán ciertos por las propiedades características de cada alimento, aunque no tengamos una explicación científica para confirmarlos o descartarlos.

Y aquí va otra creencia: el resultado de los platillos que uno cocina depende de la ocasión a la cual obedecen. Con sus excepciones, si es por compromiso, la comida se queda pegada al platón; si es para un ser querido, la pasta queda deliciosamente al dente; si es por encargo, la salsa resulta más picante; si es para una gran celebración, el postre deja huella en el paladar de todos los comensales.

Quién no recuerda los momentos cumbre de Como agua para chocolate, donde el realismo mágico lleva al extremo ese vínculo entre lo que comemos y lo que sentimos. Cómo olvidar cuando todos los invitados a la fiesta lloraban porque Tita, la protagonista, preparó el pastel de bodas de Pedro, su novio, y Rosaura, su hermana, en medio de las más sentidas lágrimas.

O en la genial historia de Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate, la sensación de plenitud que produce en el pequeño Charlie y su abuelito Joe la cucharada de chocolate proveniente del río que les ofrece Willy Wonka. O el caso de las ardillas que hay en la fábrica inspeccionando las semillas que ahí se emplean, que identifican la frivolidad de otra de las niñas, Veruca Salt, y la clasifican como una semilla no apta para convertirse en golosina, enviándola directo al vertedero.

No sé hasta qué grado inciden en el ámbito culinario risas y abrazos, gritos y llanto, y es difícil pensar en estudios de corte científico que respalden estas hipótesis. Lo cierto es que mientras investigamos y sabemos si las creencias, mitos y demás minucias de la cocina son ciertas o no, yo les pregunto: ¿alguno de ustedes se arriesgaría a comer aguacate después de un coraje?... Yo no!!!!!!!!

viernes, 5 de octubre de 2007

Un grillito centenario

Mañana se cumplirá el primer centenario del natalicio de Don Francisco Gabilondo Soler, creador del famoso Cri Cri, el grillito cantor, ese pequeño ser que se entona al caer el sol, invitándonos a soñar las más curiosas historias con su característica interpretación.

Así como el dicho popular reza que ‘no hay sábado sin sol’, se puede afirmar que no hay infancia sin Cri Cri. ¿Quién no conoce a Los Tres Cochinitos, La Patita o El Negrito Bailarín?, ¿cuántos no lloraron con La Muñeca Fea, se iniciaron en la lectura con La Marcha de las Letras o descubrieron el tango gracias a Che Araña?

Y hay que saber que Gabilondo Soler fue músico autodidacta. Su genio creativo fue tal que, inicialmente, no hicieron falta solfeo, armonías, ni acordes para dejarse llevar por lo que el paisaje de Orizaba – su tierra natal – y los relatos de su abuelita dejaron en su mente y en su vida, evocando imágenes tan mágicas como la de un chorrito que tenía calor, o un rey que en lugar de pelo tenía miel en la cabeza, o un trenecito que arrojaba humo de algodón.

En la actualidad, la fama de sus creaciones es tal que intérpretes como Plácido Domingo las han hecho suyas y orquestas como la Filarmónica Nacional y la de la UNAM tocan sus notas. Pero la cúspide más grande es la que le han dado las generaciones de ayer y hoy al formar parte de un mismo imaginario infantil fresco, espontáneo, mágico, lleno de chispa y caramelo.

A partir de este fin de semana habrá celebraciones en plazas públicas, se tocarán sus canciones y se recordará a sus memorables personajes mediante presentaciones teatrales. Pero aun cuando no se organizara evento alguno, hay que rendirle el más grande de los homenajes manteniéndolo vivo escuchando su música.

Cri Cri sigue vigente al tiempo que algunas de sus canciones nos hablan de otra época: ya no hay ropavejeros, ni carretelas, ni roperos, ni enaguas. Pero sigue habiendo niños ávidos de escuchar los cuentos más originales. Y es que su vigencia radica en algo tan universal como la imaginación, las historias de animales, los mundos fantásticos y los seres inanimados que cobran vida gracias a la inspiración de quien los crea.

Por todas y cada una de sus aportaciones musicales, bien se puede considerar a Francisco Gabilondo Soler un gran músico que deja huella en quienes nos hemos deleitado con su obra.

viernes, 28 de septiembre de 2007

A la sombra de nuestro pasado económico

El día de ayer comimos en el Centro Histórico. No sé si el fenómeno social se anticipó a la coyuntura o, como dijo César, la coyuntura se apoderó de la realidad social. Lo cierto es que la zona nos pareció algo depauperada. Más indigentes, mendigos, miseria. No era el mismo Centro de hace ocho o quince días. Y es que el simple anuncio de nuevos impuestos y el aumento en precios nos transporta automáticamente al México de López Portillo o De la Madrid, donde la espiral inflacionaria era un látigo que laceraba sin piedad a toda la población.

Para el gobierno, la ‘reforma fiscal‘ – que no son más de dos o tres disposiciones para aumentar de manera pírrica el presupuesto – debía aprobarse a ultranza, con argumentos tan raquíticos como este: ‘sin reforma, el país no crecerá al 3.7 que puede crecer, sino sólo al 3.5%’. ¡¡Qué gran salto, qué ganancia!!

En cambio, para el resto de los mexicanos, incrementos en bienes y servicios se traducen en disyuntivas de vida: ¿qué coche compramos, cuántos hijos tenemos, en qué escuela los inscribimos, a dónde vamos de vacaciones? O peor aun, ¿qué debemos sacrificar para seguir comiendo? La crudeza de esta última interrogación es una realidad, ya que casi la mitad de la población vive en condiciones de pobreza.

Y es que a pesar del ‘Montessori político’, la administración de los pobres y la truculenta impartición de justicia, por mencionar sólo tres de los males de este país, la estabilidad económica con una inflación manejable era lo único que teníamos, una de las contadas seguridades que hasta hace unos días nos otorgaba el Estado mexicano.

Se teme el retroceso a la incertidumbre de no saber cómo amanecerán los precios, de no poder planear porque hay factores externos fuera de control que incidirán en el presente y probablemente en las perspectivas que tiene la población a futuro.

En ningún momento se pretende ser alarmista, pero esta es la percepción de la gente después de que se notificara que habrá incremento en los precios de energéticos, agua y otras materias primas, además de las consecuencias que tendrá la reforma fiscal en colegiaturas, vales de despensa y donativos, entre otros rubros.

No basta con postergar la entrada en vigor de las nuevas medidas: lo que importa es que los aumentos están a la puerta de la esquina y las expectativas inflacionarias tienen efectos reales en los bolsillos de la gente. Es como si el Apocalipsis de nuestro pasado económico volviera a hacer sombra sobre nuestro camino.

viernes, 21 de septiembre de 2007

¿Qué quedó del ’85?

Cada 19 de septiembre, los mexicanos recordamos aquel terremoto que en 1985 cobró la vida de miles de personas. En buena parte de la ciudad el suministro de energía eléctrica fue irregular por días, lo mismo que el gas y en algunas colonias hasta el agua. Muchos carecieron de transporte y en ciertas escuelas y lugares de trabajo se interrumpieron labores. No había otro tema de conversación, todo giraba en torno a la tragedia.

Fueron momentos terribles, dolorosos. Parecía que todos hubiéramos perdido a un conocido bajo los escombros. Y eso porque ese conocido bien pudo ser un hermano, los padres, los hijos, un amigo, un vecino: la fragilidad de haber sido uno mismo.

Quién no recuerda la crónica de Jacobo Zabludovsky desde su automóvil mientras recorría la ciudad, o el momento en que la locutora Lourdes Guerrero, quien transmitía las noticias a primera hora por canal 2, anunciaba la primera sacudida de lo que se grabaría con ‘m’ de muerte en la memoria de esta ciudad.

El asombro, el miedo y las circunstancias paralizaron a unos, llevaron a la rapiña a otros y el resto se desbordó en apoyo civil, que fue desde las colaboraciones a los centros de acopio hasta la intervención directa en los restos de las edificaciones.

Las autoridades afirmaban que no se volvería a permitir la construcción de inmuebles que excedieran cierta altura, y menos en las zonas donde se registraron mayores desgracias. También indicaron que, a manera de ejemplo, las oficinas de gobierno se establecerían en áreas de mayor seguridad y que cumplirían con las medidas antes señaladas. Y no sólo el gobierno emprendía acciones, sino que en todos lados se organizaban simulacros periódicamente con el fin de estar preparados ante cualquier contingencia.

Todo eso hace ya 22 años. ¿Qué ha pasado? Tenemos un creciente número de torres gigantes, que por más tecnología que se aplique o por ‘inteligentes’ que sean los edificios, el suelo es el suelo y nada asegura la permanencia arquitectónica en colonias como Roma o Juárez.

En cuanto a los simulacros, estos cada vez son más esporádicos y la participación que registran es tristemente deplorable: en lugar de ser sorpresivos – los temblores no avisan – se da el aviso de que ocurrirán tal o cual día y a determinada hora. La gente se ríe, va platicando al paso más lento que puede y otorga una seriedad nula a la práctica.

Eso sí, cada 19 de septiembre hay simulacros en toda la ciudad, con una participación de millones de personas. Sí, serán millones, pero no es tan importante lo cuantitativo como lo cualitativo, pues en muchos lugares ni siquiera se dan instrucciones sobre qué hacer en caso de emergencia y el resultado sirve de muy poco.

Y el gobierno, como en aquel año, vuelve a poner el ejemplo: buena parte de los edificios con oficinas públicas se ubica en zonas de riesgo, en construcciones de al menos 15 pisos (díganmelo a mí que estoy en uno con 18 pisos).

Entonces, ¿qué quedó del ’85? Que la memoria citadina parece haberse enmohecido y todo queda en el olvido… al menos hasta que vuelve a temblar.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Identidad tricolor

Qué bonita es la decoración de las Fiestas Patrias en el Centro de la Ciudad de México. Luces, pendones, motivos metálicos y banderas de todos tamaños engalanan el noveno mes del año para conmemorar la independencia nacional.

Y más allá de esa fecha, septiembre parece haberse convertido en el ‘mes mexicano’, porque sin importar estrato social, nivel educativo, filiación partidista, lugar de residencia o edad, en esos días todos nos sentimos más mexicanos, fenómeno que sólo se vuelve a presentar cuando juega la Selección Nacional – aunque a últimas fechas no necesariamente –.

Llegando este mes pensamos en pozole, matracas, ate con queso, zarapes, sandías, mariachis, papel picado, rebozos, chiles en nogada, confeti, sombreros de palma, tequila, ropa de manta, fuegos artificiales, cornetas, espesos bigotes y arroz con leche.

La combinación verde-blanco-rojo parece generar un sentimiento especial, único, con el cual nos sentimos grandes, unidos, mano a mano. Nos sabemos pertenecientes a, nos reconocemos parte de. ¿Cuál es la explicación? Simple y sencillamente la magia de la identidad, que es responsable de que nuestros ojos se humedezcan con el Huapango de José Pablo Moncayo, que nuestro pecho se ensanche al escuchar los versos de la Suave Patria de Ramón López Velarde y la piel sucumba ante las imágenes del México de todos los tiempos de Manuel Álvarez Bravo.

Es la que nos hace manifestarnos orgullosos cuando se dice que inauguran una exposición de la cultura maya en un reconocido museo del exterior, la que nos hace vibrar cuando reconocemos uno de nuestros lugares nacionales en una película extranjera y la que nos impulsa a abrazarnos sin distingo al compás del Cielito lindo.

No importa quién sea el presidente en turno a quien corresponda dar el Grito, ni la cantidad de grasa de los antojitos, y menos la electricidad necesaria para iluminar los adornos que penden de los inmuebles. Tampoco apura que muchas banderas sean chinas ni que las transnacionales quieran abusar vendiendo disfraces, artículos desechables e insumos para organizar las fiestas.

Es más: muchos no sabrán la letra del Himno Nacional y dirán ‘Mas si osare un extraño enemigo’, pensando que ‘Masiosare’ era el nombre del invasor, o repetirán ‘Profanar con sus plantas tu suelo’ como si el propio ‘Masiosare’ entrara de brinquito a territorio nacional.

Lo cierto es que en este septiembre tricolor todos nos sentimos muy orgullosos de formar parte de este imaginario colectivo, a veces desordenado y otras rozagante, llamado México.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Los bancos ‘al banquillo’

Desde hace varios meses suena la alarma debido a que la gente tiene deudas considerables por el uso de sus tarjetas de crédito. Los bancos culpan a los usuarios, pero la responsabilidad es compartida.

En el primer caso, las personas quieren vivir como no pueden. Es cierto que las promociones con meses sin intereses o empezar a pagar dos o tres meses después de realizada una compra permiten adquirir bienes o servicios que difícilmente muchos podrían liquidar al contado. El problema es que la gente no mide sus limitaciones y gasta más de lo que sus ingresos le permiten.

Hay deudores que argumentan ‘el banco ya tiene suficiente dinero y yo no’, o ‘que se espere este porque primero le pago a otro banco’, o ‘con pagar el mínimo ya no hay de qué preocuparse’.

En el segundo, los bancos y su rapacidad han relajado sus criterios y ellos mismos se atan la soga al cuello. Hace tiempo, la obtención de una tarjeta de crédito exigía requisitos como comprobar ingresos, cosa que actualmente no sucede, y encima de que no saben si la persona trabaja, si tiene liquidez o solvencia económica, le abren líneas de crédito millonarias.

¿Qué pasa si esa persona actúa irracionalmente y gasta sin mesura? Nada, sólo le llegarán estados de cuenta vencidos y avisos de que los boletinarán en el buró de crédito. ¿Y eso les importa? Por supuesto que no, porque no ven en ello una sanción real como podría ser un embargo patrimonial.

Incluso otros bancos, a pesar del aviso al buró, siguen ofreciendo a la misma persona nuevas tarjetas. O peor aun: envían tarjetas a quien ni siquiera las solicitó y el error de muchas de esas personas que las reciben es ‘resignanse a utilizarlas’.

Y los bancos no sólo han flexibilizado sus normas en sentido negativo, sino que hasta su trato e imagen corporativa han venido a menos. Décadas atrás, el personal bancario vestía pulcro, tenía el más cordial de los tratos y las cosas funcionaban. Ahora, en la era de la ‘calidad total’, somos presa de jovencitos de playera y cabello mal engominado, que no prestan atención a lo que el usuario les dice y que carecen del más mínimo indicio de educación.

Las instituciones bancarias deben someterse al escrutinio público y tomar las quejas y sugerencias de los usuarios para mejorar, porque encima de que cobran unas comisiones que dan miedo y que no solucionan los problemas que ellos mismos generan, la población está sujeta a que tienen, por su propia naturaleza, el monopolio de ese tipo de servicios.

viernes, 31 de agosto de 2007

P.D. de Abuelitos y de blogs

Chicos y chicas:

Hoy es el Día Internacional del Blog. Lo supe con anticipación y pensé que sería un buen tema para comentar. Sin embargo, también había pasado el Día de los Abuelitos, y puestos en balanza ganó este último.

Pero justo hoy que publiqué el blogui dedicado a los adultos mayores, me encontré al mediodía, cuando trataban el tema del Día del Blog en un diario electrónico, con que existe un blog escrito por una señora de ¡95 años! Ella se llama María Amelia y es española.

Eché un vistazo y en serio que vale la pena que lo visiten: http://amis95.blogspot.com/

Coincide con lo que escribí de los adultos mayores, ya lo verán, porque es admirable que esté tan al día, tan actualizada, con unas ganas de vivir tan grandes. Se ve que disfruta y es puro corazón, y los suyos son parte de ese todo. Me recordó tanto a Lita... ella era simplemente genial, un gran ser humano, alguien excepcional!!!!

Les mando un abrazo, gracias siempre por su atención al leerme!!!!

La vida con los Abuelitos

Por 30 años he vivido con mis abuelitos, y digo ‘he vivido’ porque ellos nunca se han ido, sino que siempre están al lado de sus seres queridos. Cada día, mis abuelines me han enseñado algo: en sus conversaciones, en sus gustos, sus gestos, sus manías, sus ratos necios, sus obsesiones o los ratos chuscos, pero siempre aportando.

Compartir la vida con ellos ha sido una de las bendiciones más grandes. Con su existencia he aprendido que la edad está sólo en la mente, que hay que escuchar las corazonadas, que debemos ser de una pieza y que hay que dar a los demás.

También me he dado cuenta de cómo son, qué les gusta, qué les preocupa, qué les da miedo, y es por ello que a continuación comparto con ustedes algunas de mis observaciones para poner en práctica en la convivencia con sus adultos mayores:

Trátenlos como iguales. Es un error pensar que ‘los abuelitos vuelven a ser niños’. Físicamente pueden presentar desgaste o cansancio, pero ellos siguen tan lúcidos como siempre (a menos que tengan determinados padecimientos).

Recuerden que atención es diferente a dependencia. Con los adultos mayores tiende a haber un trato preferencial. Sin embargo, este último no debe convertirlos en personas dependientes. Hay que respetar sus libertades de decisión y movimiento siempre y cuando su condición lo permita y puedan valerse por sí mismos.

Nunca subestimen sus capacidades. Ellos estarán actualizados si conocen las novedades tecnológicas, legales, sociales o políticas que vayan surgiendo en el mundo. Sabrán de internet, la clonación, el USB, los SPAs y otros términos siempre y cuando se les expliquen. De esa manera estarán más integrados a su entorno. Eso sí, hay que tener paciencia como en cualquier enseñanza.

Intégrenlos en todo momento. Las personas dejan de compartir los detalles cotidianos, cuando para sus abuelitos es importante saber el nombre de sus amigos, qué asunto llevan en el trabajo, qué películas quieren ver y cuáles son las canciones que les gustan. Procuren que ellos estén presentes en su día a día.

Nunca se olviden de las atenciones. Para todo hay tiempo en la vida, y al menos 5 minutos diarios pueden pintar una sonrisa en su gente. ¿Cuánto le toma a alguien ir por un café, revisar su correo electrónico o platicar de un programa de televisión? Seguro más de lo que les llevaría llamarles por teléfono para ver cómo están.

Interésense por ellos. Así como a ellos les interesa conocer a los demás, también esperan que los demás se interesen por ellos. ¿Saben cuál es su color preferido, dónde estudiaron, a qué jugaban cuando eran niños, qué piensan de los temas polémicos? Darse un clavado por su vida resulta toda una aventura.

Díganles cuánto los quieren. Este no es un lugar común, sino una realidad. A muchas personas les cuesta mucho trabajo expresar sus sentimientos, pero nunca es tarde para iniciar ese buen hábito. Abrácenlos, consiéntanlos y déjense llevar por el amor y el cariño que ellos les inspiran.

Por todo lo anterior, aunque sea con unos días de atraso, tomen el Día de los Abuelitos (28 de agosto) como la ocasión perfecta para ir de paseo: llévenlos a un lugar nuevo, vayan a comer a su restaurante favorito, organicen una reunión o simplemente acuéstense todos juntos a ver una película en casa. Verán lo bien que lo pasan y la vigencia que extienden a un corazón.

En caso de que ya no estén sus abuelitos, recuerden siempre sonreír al señor mayor con el que coincidan en el súper y cedan su lugar en la fila a la señora mayor que apenas puede caminar. Y si alguno de ellos hace plática, escúchenlos y aprovechen que están ahí, ya que son un verdadero tesoro.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Aviso especial

Por causa de festejo mayor, publico este blog en lugar del tradicional de viernes, con el único fin de agradecer a todos y cada uno de ustedes lo que hemos compartido –unos desde hace más tiempo, otros más recientemente– en estos treinta años.

Abracen cada día desde la primera luz y den gracias a Dios por la bendición de estar aquí, enfrenten la adversidad con la mejor de las sonrisas y asómbrense ante cada sorpresa que tiene la vida. Sabemos que ésta no es fácil, pero la felicidad no está en la ausencia de problemas, sino en la forma como se les encara.

Cuiden a su gente, cultiven su propio huerto: recuerden que en cada ciclo se cosecha lo que se siembra, y mientras mayor sea su entrega mejores serán los frutos.

Gracias a los que han estado conmigo en los momentos más rudos, a los que han acompañado mis peripecias laborales, a los que me han hecho reír, a los que se acuerdan de mi con las mariposas, y por supuesto, a los que leen este blog para mantener uno de nuestros lazos fraternos.

Y en especial gracias a Nanis, Lita, Abuelín y Ñupi por ser mi TODO: gracias por hacerme la persona más feliz del mundo, por los cielos tan azules, por la magia de cada estación. Gracias por todo el chocolate y los pasteles, los sueños y los detalles que tanto disfrutamos estando juntos. Gracias por compartir, por apoyar y por formar parte de todo lo que soy y lo que quiero ser. Gracias por hacerme vivir tan intensamente y por enseñarme lo que es la dicha de existir.

Que Dios colme a todos de las mejores cosas y que disfruten siempre lo que tienen!!!!

viernes, 17 de agosto de 2007

Las chambas del subdesarrollo

Hace tiempo había un programa sabatino donde la periodista María Antonieta Collins transmitía reportajes de los oficios en extinción o de aquellos trabajos que salían de lo habitual. Entre los primeros se encontraban los cilindreros, el tragafuego, el merenguero y los que acompañan a los pajaritos que sacan el papelito de la suerte. Los segundos incluían a los que limpiaban los vidrios exteriores que cubren algunos edificios, los que utilizan una botarga del personaje de moda para hacer promociones en el supermercado, y los que rentan cojines en los estadios para evitar sentarse en las bancas de cemento.

Pero ahora se puede hablar de una categoría adicional: la de las chambas del subdesarrollo. Esas son las que no tienen razón de ser porque las personas se pueden hacer cargo del servicio que se pretende dar, pero que existen porque esa gente no se puede emplear en otra cosa.

Entre los ejemplos de las chambas del subdesarrollo están el ‘administrador de taxis’, los ‘cuidabaños’ y las ‘moscas’ que acompañan a los conductores de transporte público para cobrar las tarifas, por citar algunos.

El caso de los ‘administradores de taxis’ servirá para explicar a detalle el porqué ese tipo de trabajo se puede considerar subdesarrollado e innecesario.

Los administradores de taxis no son aquellos que tienen una flotilla de vehículos que le permiten vivir de sus rentas, sino personajes que se ubican cerca de lugares concurridos, como conjuntos habitacionales, estaciones de transporte público, salas de concierto y escuelas, cuya función es la de ‘colocar al pasaje para que llegue a su destino’.

El procedimiento es como sigue: el administrador detiene al taxi que pasa en ese momento por la avenida, abre la puerta, el usuario sube al vehículo, el administrador cierra la puerta cortésmente y espera que el conductor del taxi le dé una gratificación por ‘haberle hecho el favor de conseguirle clientela’.

Si hacemos cuentas, veremos que el administrador trabaja 6 días a la semana, unas 7 horas diarias y en promedio cada taxista le da 2 pesos. Si detiene y le gratifican unos 8 taxis cada hora, eso da un ingreso diario de 112 pesos, a la semana son unos 672 pesos y al mes 2,688 pesos.

No está mal si se instala en ‘buena zona’ y si se considera que el salario mínimo es de 50.57 pesos diarios en el Distrito Federal. Pero no es tan bueno si pensamos en que hay que pagar renta, alimentos, medicinas, contribuir con los gastos colectivos (mantenimiento de casa o edificio, por ejemplo), en ocasiones transporte y educación de hijos o nietos. Además, no todos ni todos los días toman taxi, así que no es un ingreso seguro, no cuentan con seguridad social de ninguna índole y al paso de los años no contarán con una jubilación para el día de su retiro laboral.

Y si pasamos a los cuidabaños o las moscas la situación es bastante similar, pero con los administradores tenemos suficiente para ilustrar lo que es la crisis de un sistema económico que no sólo es incapaz de absorber a comerciantes ambulantes que viven de la piratería y la ilegalidad sin contribuir a la riqueza nacional, sino que está orillando a las personas a inventar un trabajo para convencerse de que no está engrosando las de por sí nutridas filas del desempleo.

viernes, 10 de agosto de 2007

'Citius altius fortius' en crisis

Más rápido, más alto, más fuerte. En la Grecia de la antigüedad, este lema significaba la gloria, el honor y el orgullo enaltecidos. Los atletas cultivaban sus cuerpos y mentes para demostrar que eran los mejores en cada disciplina al momento de las competencias.

Actualmente, tal parece que la máxima griega pasó de moda y más que cultivar el cuerpo y la mente lo único que engrandecen los deportistas son sus bolsillos. Hace unos días se celebraron los XV Juegos Panamericanos en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. México quedó en 5° lugar del medallero con 18 preseas de oro, 24 de plata y 31 de bronce.

El resultado es muy bueno si tomamos en cuenta que sólo estuvimos por debajo de EU (número uno a nivel global), Cuba (líder del continente americano), Brasil (el anfitrión) y Canadá (primerísimo mundo), y que en nuestro país no hay una política integral enfocada al deporte.

Sin embargo, es lamentable que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) fomente la pérdida de valores del olimpismo clásico y haya ofrecido ‘estímulos económicos históricos’, tal como se denominaron, a los atletas que obtuvieran una medalla en el evento: 100 mil pesos por el oro, 50 mil por plata y 25 mil por un bronce.

Con incentivos perversos como esos se deja a un lado el citius altius fortius a cambio del mero interés por la derrama económica. No es que se reste mérito a los ganadores de medallas, pero de ninguna manera debe sustituirse una estrategia deportiva integral por esos otros ‘premios’. Dicha estrategia debe incluir una revisión a las becas que se otorgan a los atletas de alto rendimiento y crear otro tipo de apoyos económicos con periodicidad fija.

Con lo anterior, los deportistas contarían con una especie de salario al tiempo que se podría renovar el compromiso de participar y ganar una contienda por el simple placer de hacerlo, por la realización personal que ello implica.

Sabemos que todo mundo come y necesita contar con un ingreso. Lo que no es válido es el incentivo perverso que ahora hay detrás de la práctica de cualquier deporte. Ahí están empresas como Nike pagando verdaderas fortunas a futbolistas u otros deportistas mientras los amateur esperan sólo una oportunidad. Pero esto será motivo de otro blog.

Paralelamente, del 12 al 19 de agosto hay que estar atentos pues vienen los Juegos ParaPanamericanos, donde las personas discapacitadas buscan brillar por sí mismas a pesar de sus carencias físicas. En esos eventos, la dedicación y el esfuerzo son motivo de inspiración, y las historias de éxito y perseverancia son la constante.

Pero en cualquier caso, la estrategia deportiva nacional debe procurar la dignificación del ámbito, que los atletas sean unos profesionales, que ‘hagan carrera’ en cada ramo y no sólo sean ‘estrellas por un día’ al momento de obtener una medalla. Ganen o no, lo importante es conservar el espíritu olímpico, ese que le da sentido al deporte.

viernes, 3 de agosto de 2007

El galimatías de los medios de comunicación

Los medios de comunicación llegaron a ser un referente para el uso correcto del lenguaje. La gente pensaba en cómo lo decía o escribía determinado locutor o escritor para reproducirlo de la mejor manera. Las personas aprendían a expresarse al tiempo que ampliaban su cultura general.

Sin embargo, desde hace varios años, la ignorancia se ha apoderado de las líneas discursivas de radio, televisión, periódicos y revistas, y es cada vez más frecuente encontrar errores garrafales al momento que emiten su mensaje. Y ni siquiera son comentarios personales, sino el material preparado ‘a conciencia’ en sus respectivas redacciones.

De esta manera, tenemos que ‘cosmopolita’ se transforma en ‘cosmopólita’ (Carmen Muñoz, Once Noticias, Verano 2007) y que ‘jubilar’ lo escriben como ‘juvilar’ (Programación de Cablevisión, Verano 2007); ‘sabana’ se convierte en ‘sábana’, la preposición ‘a’ sustituye sin sentido al conjugado ‘ha’ del verbo ‘haber’ (Crónica de la tarde, Verano 2007) y ‘sino’ se utiliza indistintamente a ‘si no’, quedando completamente distorsionado el sentido de la palabra en estos casos.

Y qué decir de otros idiomas. Los black hawks, helicópteros que utiliza Estados Unidos en sus incursiones militares, son ahora ‘blac auks’ (Adriana Pérez Cañedo, Once Noticias, Otoño 2005), Depeche Mode, grupo británico de música electrónica, se convirtió en ‘Depeche Mod’ (María Teresa Aviña, Monitor de la Mañana, Primavera 2007) y el ex vicepresidente de EU, Al Gore, transmuta a ‘Al Gore’ (Carmen Muñoz, Once Noticias, Verano 2007).

Que se equivoquen con vocablos extranjeros es patético; pero que lo hagan con nuestra propia lengua es francamente inaceptable.

Y no sólo en la forma, sino en el fondo, pues encontramos frecuentemente que tampoco tienen idea del contexto o del sujeto/objeto del que están hablando. Es decir, hay desinformación entre quienes se supone van a informar.

Cuando trabajaba en el noticiario Monitor había un segmento de notas breves temáticas y uno correspondía a internacionales. La persona que las redactaría cierta tarde –que contaba con estudios de periodismo–, basada en la información proveniente de agencias como EFE, AP, AFP o NOTIMEX, me preguntó “¿Dónde está Irak?”, yo, asombrada porque era la nota mundial del momento debido a la invasión estadounidense y porque eso lo aprende uno desde los niveles educativos básicos, respondí “En Medio Oriente”, a lo cual volvió a preguntarme “¿Y dónde es Medio Oriente?”, yo, anonadada, le contesté “En Asia”.

Pero eso no fue todo: a los 3 minutos encontró una nota relacionada con Marruecos y me preguntó “¿Dónde está eso?”. Pensé responder “En el Magreb”, pero evidentemente salía de su alcance. Preferí decirle simplemente “Al norte de África”, aunque a la fecha no estoy segura de que se haya ubicado en el mapa.

¿Cómo queremos que los medios contribuyan al enriquecimiento del bagaje cultural de la población cuando al interior de ellos impera la más absoluta ignorancia?

Es cierto que el promedio de la población no tiene por qué saber todo – pronunciación de apellidos en otro idioma, la nacionalidad de un escritor famoso, tecnicismos, nombres científicos, etc…. Sin embargo, los medios sí tienen la obligación de hacerlo, pues para eso se erigieron como entes informativos, y por su misma naturaleza, las personas confían que lo que ahí se dice es lo correcto.

viernes, 27 de julio de 2007

¿Porqué la dificultad de obedecer? La normatividad vial de la Ciudad de México

¿Porqué le cuesta tanto obedecer al mexicano? O mejor dicho, ¿porqué le cuesta tanto obedecer al capitalino? Esta interrogante se reaviva a partir de la puesta en marcha de la nueva versión del Reglamento de Tránsito. Como bien se ha señalado, el texto no presenta mayores novedades que el sistema de sanciones por puntaje. Sin embargo, es precisamente en ese rubro de infracciones donde se suscita mayor polémica.

Por parte de la autoridad (o al menos de quienes en el papel suponen serlo), a pesar de la campaña anti corrupción paralela, se podría esperar la reactivación del esquema de extorsiones. Los policías, en lugar de levantar la infracción ante una falta real a la normatividad, podrían ‘ofrecer una alternativa’ a pagar la boleta, y eso no es más que la tristemente célebre ‘mordida’.

Pero ojo, aquí la culpa también es del ciudadano, que incumple por partida doble el reglamento al cometer una falta y encima no ingresar los recursos al erario público local.

Asimismo, existe una extensa laguna en el reglamento: no indica cómo se puede comprobar que realmente uno haya cometido la falta. Frecuentemente, cuando la gente intenta vender un automóvil o acude a verificar su vehículo, en el sistema aparecen multas que no han sido pagadas, cuando éstas ni siquiera existieron, sino que son inventadas por los funcionarios administrativos de las dependencias correspondientes y/o los agentes de tránsito.

Siendo así, cualquier policía puede anotar las placas de los vehículos que ve pasar y señalar que han cometido esta o aquella falta al reglamento.

Por parte de los conductores, el problema es de conciencia, pues tal parece que en lugar de interesarse por conocer el reglamento para seguirlo al pie de la letra, la preocupación del ciudadano es cómo continuar usando el celular mientras se conduce, cómo sacar provecho a la capacidad del automóvil para aumentar la velocidad y cómo llevar a los niños incluso al volante sin ser multados.

Pienso que esto último es donde radica la gravedad del asunto, porque más allá del aumento en los ingresos para el gobierno vía multas, lo que se pretende con cualquier ley es el establecimiento de condiciones óptimas para la vida en sociedad. Por más ‘segundos pisos’, pasos a desnivel, puentes, semáforos y otras medidas que se implementen para mejorar el tránsito, todo será insuficiente mientras las personas no pongan de su parte.

¿A qué me refiero con esto último? A algo tan sencillo como es el respeto: respeto por el otro, respeto por uno mismo, por el entorno, por el medio ambiente, por dar el mejor ejemplo, por tener una ciudad de la que nos sintamos orgullosos. Y ese respeto es lo que hay detrás del llamado Nuevo Reglamento de Tránsito, que aplica tanto para conductores como para peatones, ciclistas, etc…

Lo más recomendable es que cada persona haga conciencia de lo que implica cumplir o no con el reglamento, acordarse de lo molesto que es cuando a pesar de tener ‘el verde’ del semáforo no puedes circular porque los del otro sentido pasaron ‘su alto’, cuando los demás no ceden el paso, cuando el tiempo de un recorrido se duplica porque un carril está obstruido con autos estacionados…

No es ‘que me vea o no el agente de tránsito’ o ‘simulo que cumplo mientras se les pasa’, sino sentirme tranquilo habiendo cumplido un deber cívico. ¿Se oye como algo simple? Lo es, tanto que por eso me cuesta trabajo encontrar respuesta a la pregunta ¿porqué la dificultad de obedecer?

viernes, 20 de julio de 2007

La magia de Harry Potter

Cuando el reloj marque el primer minuto del sábado 21 de julio de 2007, el séptimo y último libro de las aventuras de Harry Potter saldrá a la venta simultáneamente en todo el mundo. La historia se puede leer en 64 idiomas y a la fecha, los seis libros anteriores suman 325 millones de copias vendidas.

Críticos literarios, sociólogos y economistas, entre otros, se preguntan: ¿a qué se debe el éxito de Harry Potter? Yo creo que existen dos respuestas posibles. La primera tiene que ver con el boom de las industrias culturales y su proceso global de producción, distribución y consumo, y la segunda por su estructura y los elementos que lo componen.

Como industria cultural, Harry Potter ejemplifica magistralmente lo que pueden hacer las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito del entretenimiento. Gracias a internet, a los medios impresos y electrónicos es posible crear, difundir y distribuir lo que se desee.

Los primeros libros tuvieron una ‘vida normal’, como cualquier libro. Sin embargo, conforme fue creciendo la popularidad del personaje, la publicidad hizo de las suyas y aprovechando los medios a su alcance, las preventas en librerías y en la red así como la generación de expectativas entre el público se volvieron la constante. Todos quieren ser los primeros en leer los libros, en saber si Voldemort triunfará, qué pasará con Harry cuando cumpla la mayoría de edad, cuál es el bando de Snape, etc…

También gracias a la publicidad, Harry Potter se convirtió en toda una marca que vende, y vende bien, en todo el orbe. Aprovechando su posicionamiento –en términos de mercadotecnia–, algunas empresas pagan por utilizar la imagen del mago para comercializar sus propios bienes o servicios. Tal es el caso de los cuadernos con los personajes en portada, o la ropa, o el cereal edición limitada, los juguetes, ropa para mascotas, disfraces, el vaso especial en la compra de hamburguesas, etc…. etc… etc…

Incluso, con inversiones millonarias que se recuperan durante el primer fin de semana en taquilla, se han filmado las películas y próximamente se empezará la construcción de un parque temático en Estados Unidos, donde seguro el visitante podrá comprar caramelos en el pueblo de Hogsmeade, beber cerveza de mantequilla, abordar el Expreso a Hogwarts y muy probablemente volar sobre una escoba en algún juego mecánico.

Como creación literaria, el valor de Harry Potter radica en que es una historia que bien se puede contar hoy, mañana o pasado mañana sin que pase de moda, pues no tiene elementos de coyuntura, sino aquellos presentes en los grandes relatos.

La escuela de magia puede estar en cualquier parte y las criaturas mágicas son completamente fantásticas. Además, se cuenta con brujas, gatos, varitas mágicas, hechizos, pócimas, seres mitológicos y la eterna lucha entre el bien y el mal. Cada personaje juega un papel importante en la historia, pues alguno del segundo libro reaparece en el quinto, o los del tercero en el sexto, sin dejar un solo cabo suelto, con un dominio de la trama que sólo una mente poderosamente creativa podría inventar.

Me atrevo a afirmar que Harry Potter es mucho más que una marca porque el objetivo de Rowling al crearlo no era tanto el vender, sino contar una historia, la historia que concibió su imaginación. Que después se convirtiera en fenómeno y surgiera la pottermanía fue cosa aparte, pero de que es un gran relato, lo es.

Yo me confieso ferviente seguidora de los libros de Harry Potter y su mundo mágico, y es por eso que me quedo con esta última explicación, porque a pesar de la comercialización de la marca y del negocio que pueda generar, para mi siempre será una buena historia que puede ya formar parte de los relatos de todos los tiempos.

viernes, 13 de julio de 2007

Las Nuevas 7 Maravillas del Mundo

Hace algunos ayeres, el mundo fue testigo de la existencia de siete sitios en los que se manifestaba la grandeza humana. Ellos fueron el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas, el Faro de Alejandría, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Efeso, la Estatua de Zeus en Olimpia y las Pirámides de Egipto, siendo estas últimas las únicas que se conservan hasta nuestros días.

El pasado 7 de julio –es decir, 7 del 7 del 7, con una clara premeditación mística, cabalística o incluso mítica– fuimos testigos de la declaración de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo. Haciendo uso del avance tecnológico a nuestro alcance, tuvimos la oportunidad de formar parte del acontecimiento, ya que uno podía seleccionar a los siete lugares o monumentos que considerara emblemáticos para la humanidad.

No fue sencilla la elección, pues algunos tienen el mérito de la prueba del tiempo, mientras otros se han convertido en iconos del mundo moderno.

Y después de años –no meses, pues alrededor del año 2001 ya existía la página electrónica que esbozaba el proyecto– de sondeos, visitas, campañas nacionales y el ‘pasa la voz’ de la votación, las Nuevas Siete Maravillas del Mundo son el Coliseo Romano, el Taj Mahal, Machu Pichu, Petra, la Muralla China, la estatua de Cristo Redentor y por supuesto Chichén Itzá, gran orgullo mexicano.

La UNESCO se deslindó de la votación, señalando que lo que ellos otorgan es una Declaratoria de Patrimonio Común de la Humanidad, la cual lleva consigo un proceso que inicia cuando un Estado miembro elabora una lista con los sitios excepcionales –ya sean culturales, naturales o mixtos– que yacen en su territorio.

Posteriormente, la organización realiza estudios especializados en torno a si dichos lugares cumplen con ciertos criterios establecidos para ser considerados algo trascendental. Si se otorga la Declaratoria, el Estado que lo alberga se compromete a velar por su preservación para disfrute de futuras generaciones.

Pero en realidad, las Declaratorias no se contraponen con las Nuevas Siete Maravillas, sino que simplemente el reconocimiento que otorgan es distinto. La una no descalifica a la otra, simplemente la selección y los criterios cambian. En el primero, los Estados, los especialistas y la organización deciden conjuntamente; en el último fue la voluntad de alrededor de 100 millones de personas, en una manifestación global en torno a una iniciativa que se sintió como parte de la colectividad mundial, ya sea por motivos emocionales o reconociendo lo que encierra culturalmente cada una de esas obras.

A partir de este reconocimiento, el pronóstico es que el número de turistas que visiten esos sitios aumente en los próximos años. Lo anterior no está nada mal, tomando en cuenta que el turismo es una de las actividades más nobles y sustentables que se ha venido perfeccionando en los últimos años, siempre y cuando se realice de manera planificada, pues tampoco hay que perder de vista que el turismo masivo, corrupto e improvisado puede provocar estragos en la localidad donde se lleve a cabo.

Con esto ya tienen para trabajar un buen rato nuestros funcionarios a nivel federal, estatal y municipal, que tendrán la obligación de sentarse a la misma mesa de diálogo con empresarios y comunidades para formular un plan integral que contribuya a preservar Chichén Itzá, ese singular sitio que carece de vigilancia, que se ve perturbado por algunos pseudo guías de turistas, que tiene un considerable comercio informal, que se siente peligrar por los asentamientos irregulares adyacentes y que a pesar de la apatía de las autoridades es y seguirá siendo nuestra eterna maravilla.

Sea como sea, considero que la convocatoria de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo nos hizo reflexionar, aunque sea brevemente, acerca de la belleza, la monumentalidad y la originalidad de los sitios candidatos. Y eso nos enaltece como humanidad al reconocernos grandes, únicos y diversos. En pocas palabras: unidos, festejando nuestra condición humana.

viernes, 6 de julio de 2007

Primer centenario de Frida Kahlo, o el nuevo desacierto cultural

Este día, 6 de julio de 2007, se cumple el primer centenario del nacimiento de Frida Kahlo, pintora mexicana cuyo trabajo se enmarca en el surrealismo, que nace al lado del muralismo nacionalista de los años treinta y que tiene por contexto la vida misma de la artista.

Si se tratara de otro país, desde el año pasado se hubiera anunciado el acontecimiento y se hubieran programado actividades a lo largo de todo un año. Basta ver lo que hicieron en España con el Año Gaudí en 2002 o el Año Dalí en 2004. Las celebraciones abarcaron los 12 meses y las campañas no se limitaron al territorio español.

Volviendo al caso de Kahlo, con enfado corroboro la miopía gubernamental en materia de cultura. Siendo Frida una de las figuras más conocidas y reconocidas del arte mexicano en el mundo, era para que se hubiera planeado un 2007 de ‘fridomanía’: catálogos, libros, timbres conmemorativos, exposiciones, conferencias, programas de radio y televisión, eventos en las representaciones de México en el extranjero y un sinnúmero de artículos como tazas, playeras, gorras, corbatas, mochilas y separadores de libros con el logotipo o tipografía que ex profeso se hubiera diseñado para la ocasión.

Más allá de que nos guste o no la vida y obra de Frida Kahlo, hay que reconocer que es un tema que da para mucho, tanto en lo artístico –su técnica, motivos, colores, etc– como en lo político –debido a su filiación comunista–, lo psicológico –hay quienes no encuentran explicación y hasta consideran patológica su relación con Diego Rivera– y ahora hasta lo económico –por todos los recursos que pudieran generarse gracias a la parafernalia que produce, por lo que incluí los artículos promocionales en el caso hipotético de la ‘fridomanía del 2007’–.

Pero al gobierno ‘se le llena la boca’ hablando de una ‘magna exposición’ en Bellas Artes, como si 2 tristes meses fueran suficientes para celebrar la complejidad y la originalidad de la obra de Frida Kahlo, como si prolongar las jornadas laborales de 9 a 9 en el museo bastara para dar una justa dimensión a la artista.

Los medios también hacen su parte: tanto los impresos como los electrónicos se muestran efusivos al señalar que en una semana o dos han visitado la exposición más de x miles de personas, como si entrar al recinto y pasar frente a los objetos u obras expuestas fuera suficiente. Eso es conformarse: trasladarse, pagar la entrada y recorrer los pasillos del lugar sólo para decir ‘Yo estuve ahí’ –lo mismo pasó recientemente con Faraón, el culto al sol en el antiguo Egipto en el Museo Nacional de Antropología e Historia–, porque en esa circunstancia cabría preguntarse, ¿qué dejó la exposición al visitante?

Y es que la importancia de un autor o una obra actualmente se reduce a números: tantos visitantes en tanto tiempo, tantos miles de tal moneda recaudados, etc… cuando lo mejor es ir más allá, poner lo cualitativo por encima de lo cuantitativo. En eso consiste la educación artística y estética, y es que el centenario de Frida también trae a colación la mediocridad de la que de ésta última se imparte en México: si en la casa no se tiene el gusto por el arte, los museos y el patrimonio cultural, olvidado está que los hijos se interesen por ello.

Recaería en los programas educativos la obligación de llenar esas lagunas. Y con ‘educación artística’ no se debe entender el mandato de que los alumnos asistan a las exposiciones para copiar las fichas museográficas, o que acudan a conciertos u obras de teatro para presentar el boleto a la semana siguiente. Eso no deja nada, más que la idea de que cultura es igual a aburrido, tedioso.

No. Educación artística es la que debe desarrollar el sentido estético en las personas: fijarse en las texturas, las líneas, las notas; interesarse por lo que esconde cada obra, dejarse llevar por los sentidos, despertar la imaginación… Por lo anterior, les invito a que nosotros mismos hagamos nuestro ‘2007 de Fridomanía’, en el cual no sólo nos acerquemos al arte de esa singular pintora, sino que permitamos que sea ella quien nos lleve de la mano al inagotable y maravilloso mundo del arte universal.

viernes, 29 de junio de 2007

¡¡¡¡Bienvenidos a Tutti Frutti!!!!

Chicos y chicas:
Sean todos bienvenidos a Tutti frutti, mi blog, un ciber espacio donde podrán leer de todo un poco. A ello debe su nombre. En ocasiones se hará un breve análisis de temas de actualidad, en otras se hará una crítica de lo que haya que señalar y no faltarán las cosas chuscas, jaja.
Disfrútenlo, tómenlo como un respiro en medio del ajetreo cotidiano y siéntanlo como una charla de café donde pueden hacer sus comentarios, ya sea que compartan, disientan o se identifiquen con mis puntos de vista.
Reciban un abrazo!!
Lety.

El ocaso de un medio: adiós a Monitor

Porqué negarlo: me dolió. Y vaya que me dolió cuando Nanis me avisó a media mañana que Monitor llegaba a su fin luego de casi 33 años de transmisiones ininterrumpidas. Me dolió en primer lugar porque desde los noventa fuimos fieles radioescuchas de ese noticiario, en segundo porque trabajé ahí durante casi dos años, y en tercero porque pienso en las consecuencias que vendrán tanto para las personas que ahí conocí como por el rumbo que tomará el periodismo en México.

Las causas del final de Monitor son diversas. Hay que recordar que el problema inició cuando Radio Centro incumplió el contrato que tenía con Monitor y que terminó por sacar a este último del FM. Desde ahí empezó el ocaso, lento pero seguro. Luego siguió el peregrinar por las estaciones del cuadrante que no formaran parte de los grandes medios de comunicación para regresar al público masivo.

Cuando finalmente había logrado el reingreso a frecuencia modulada con MVS, incluyendo transmisiones a todo el país, EU y hasta por televisión, Monitor recibió un nuevo revés cuando la nueva administración gubernamental, aplicando una mordaza que prospera conforme avanza el sexenio, vinculando a Gutiérrez Vivó con la oposición y mostrando una intolerancia absoluta ante otras ideas, comenzó a cercarlo. Primero, haciendo que saliera de nuevo – y prácticamente para siempre – de FM, y posteriormente promoviendo –o amenazando– para que ninguna empresa, comercio o prestador de servicios se anunciara en Monitor.

De esa manera, sin recursos vía publicidad, sin acceso a las grandes audiencias y sin recibir un peso de lo que legalmente le corresponde por parte de Radio Centro, Monitor estaba desahuciado.

Sin embargo, las ‘culpas’ no sólo son externas. Si vemos al interior de la empresa no todo era miel sobre hojuelas, pues no es lo mismo ser periodista que empresario. José Gutiérrez Vivó es un profesional en su ramo: tiene una amplia cultura general, conduce magistralmente una entrevista, es acertado a pesar de esa línea dura, ácida y conservadora que a muchos enerva, y al paso de los años innovó en el periodismo mexicano: creó las mesas de debate y análisis político e implementó los reportes viales desde un helicóptero, entre otros.

Pero si vemos su lado empresarial, Gutiérrez Vivó es el monumento a la incongruencia. Las diferencias entre la palabra y la acción, entre el periodista y el empresario, eran francamente inaceptables: al aire hablaba de pagar salarios dignos y promover una educación de calidad, cuando a buena parte de su personal daban un pago de miseria por trabajar 6 días a la semana, días festivos e incluso por laborar hasta 16 horas en un mismo día cubriendo a un compañero en vacaciones; al aire pedía un apego absoluto a la ley, cuando hacía tiempo no se pagaban las cuotas del INFONAVIT de sus empleados, entre otras irregularidades.

Si bien es cierto muchas familias quedarán en total incertidumbre al ver perdido su ingreso, tampoco es explicable el hecho de que no buscaran otro rumbo cuando vieron que ese barco estaba condenado al naufragio. Se sabe que los trabajos no abundan, pero al menos había que hacer el intento, cosa que la mayoría no hizo.

Y una cosa más: la soberbia y la obstinación del personaje le hicieron aferrarse a la ficción de que todo estaba bien y que como otras grandes historias de negocios, él saldría adelante. Pero más que trabajando, por arte de una magia que nunca se produjo. En lugar de cuidar más su imagen para negociar un pronto regreso a FM, Gutiérrez se empeñó en no tener horario, ausentarse frecuentemente y seguir en plan de ‘divo’, y en lugar de vender el periódico para sacar a flote el producto estrella que era la emisión radiofónica, usaba los recursos de esta última para tirarlos al drenaje profundo de Diario Monitor, pues cómo iban a decir que había fracasado.

Lo único que logró fue que los buenos analistas se alejaran, que los anunciantes dieran la media vuelta y que sus empleados padecieran condiciones laborales cada vez más precarias.

En suma, la corrupción de Radio Centro, la censura a la libertad de expresión del gobierno y el propio Gutiérrez Vivó, rodeado de ‘cabezas’ inescrupulosas en quienes dejó su empresa (como Yéssica Miranda a cargo del área de Información, que provocaba la rotación de personal más acelerada que se haya visto), terminaron con lo que venía siendo ya todo un icono del periodismo en México.