viernes, 24 de febrero de 2012
Mercado ambiental
viernes, 17 de febrero de 2012
Padres vs. hijos
viernes, 10 de febrero de 2012
En estos fríos y lluviosos días
Sinceramente, los días fríos y lluviosos no se cuentan entre mis favoritos; el peinado se arruina, los zapatos quedan hechos una desgracia, la orilla de los pantalones o las faldas se salpica, hay que ponerse más ropa de lo normal y encima se corre el riesgo de enfermarse. Y si se trata de bebés o niños mejor ni salir, porque los resultados en salud pueden ser aun peores.
Sin embargo, ahora que hemos estado guardaditas para que Lety no vaya a la intemperie (pobre, ella me da más ‘cosa’ con este clima…), he encontrado que el frío tiene muchas ventajas para disfrutar de horas y horas en casa (que de por sí me encanta estar ahí). A continuación les comparto algunas de esas alternativas:
- Tomar ricas bebidas mientras las manos dejan atrás el frío al contacto con la taza;
- Seleccionar fotos que se tienen en formato electrónico para su impresión o poner fecha y lugar a las que ya están por acomodarse en un álbum;
- Ver una buena peli o maratones de una serie favorita;
- Experimentar haciendo nuevas recetas;
- Reorganizar libros, discos o videos en sus respectivos libreros o muebles;
- Escoger ropa que se pueda donar a quien la necesite (asilos, albergues, etc…);
- Hornear un pastel (con la ventaja adicional que eso calienta la casa!!);
- Escribir un correo electrónico pendiente;
- Depurar la música del Ipod (luego trae uno cada rola colada…);
- Hacer ejercicio sin tener que enfriarse para salir al gimnasio, el club u otros centros deportivos;
- Planear las actividades de los fines de semana por venir;
- Hablar por teléfono con quien no hay comunicación cotidiana (por ejemplo, familiares o amigos que viven en otras localidades. Claro, sin que la llamada sea onerosa en cuanto a costo o tiempo);
- Ponerse un tratamiento de belleza en la piel o el pelo;
- Dormir (que yo nunca lo haría, pero hay a quien le gusta aprovechar esos ratos para ‘echarse un sueñito’);
Y si tienen bebé en casa, como yo, las posibilidades son aún mayores, porque se puede cantar, bailar, verificar la ropa de la siguiente etapa, pasar horas en la cuna y el tapete, inventar nuevos juegos, hacer más papillas de lo habitual, disfrutar de los juguetes, enseñar nuevas palabras, ejercitarse al ritmo de la música, avanzar en el gateo (o en la caminata, según el grado de desarrollo en que se encuentre) y un larguísimo etcétera que me hace pensar que estos días también tienen su encanto.
miércoles, 8 de febrero de 2012
¡Que alguien conteste!
Así lo hicimos, y cuando volvió a intentar entrar utilizando la monada esa, el portal en línea tampoco la dejó hacerlo, pero en ningún lado decía ‘Aquí está el 1,2,3 para ingresar con el nuevo método’ o algún breviario indicativo (y ni siquiera el artefacto traía un instructivo, sólo decía cómo encenderlo).
Bueno, ni modo, esos torpes no siempre lo hacen como deben, así que procedió a marcar el número de atención telefónica para toda una serie de situaciones que van de la información sobre productos financieros y comisiones hasta saldos y robo o extravío de tarjetas.
Tic… tic… ‘Bienvenido a Bancomer. Seleccione la opción deseada’ y así se lanzan con unas 8 o 9 opciones. Bueno, ya marcó mi mamá la relacionada con utilización del sitio de internet y otra retahíla de alternativas entraba: ‘Preguntas frecuentes marque uno, guía para ingresar al portal marque dos, nuevo sistema marque tres, para repetir el menú anterior marque cuatro’.
Habiendo elegido por enésima vez entraba una grabación: ‘Por el momento todos nuestros ejecutivos se encuentran ocupados; espere en la línea, seguimos atendiéndolo’, y ponen una musiquilla desesperante interrumpida únicamente por anuncios del mismo banco y de nuevo el mensaje de que están ocupados. Y pasaron cinco, diez y hasta quince minutos y todo para que al final de la espera la llamada se corte automáticamente, ¡qué desesperante!
Le dije a mi mamá que eligiera otra opción, y otra y otra hasta llegar a que una persona, alguien tangible, respondiera para ver si acaso así, directo, entre ellos que conocen sus extensiones, la transferían al área correspondiente. Luego de varios intentos y marque este y aquel número, logramos que una tipita amable y competente la sacara de dudas (que simplemente fue desbloquear la cuenta desde la oficina central).
Pero en serio que qué impotencia siente uno cuando nadie escucha del otro lado, cuando el interlocutor no es más que una grabación, una imagen ficticia que no lo saca a uno ni de la duda ni del problema. Y eso que se trata de la era de la comunicación…
(Nota: peor aun me pasó también en estos días cuando llamé a SEDESOL para ver si estaba lista mi ‘carta de baja’; ni siquiera en el conmutador respondían, y de las dos veces que lo hicieron, en lugar de atender con un amable ‘Secretaría de Desarrollo Social, buenos días / tardes’, una se oía una voz seca y osca diciendo ‘Conmutador’… y al supuestamente transferirme de inmediato se cortó (o me cortaron), y la otra pedí la extensión de Relaciones Laborales y no me la quisieron dar; el colmo de los colmos…).