viernes, 24 de febrero de 2012

Mercado ambiental

Hace algunos años que términos como reciclaje, orgánico / inorgánico, residuos sólidos, reuso, etc… se han venido incorporando a nuestra cotidianidad, y créanme que lo hicieron para quedarse –y cómo no, si el ser humano de la actualidad, inmerso en un consumismo avasallador y muchas veces indiferente ante la responsabilidad que tiene con las generaciones por venir, se ha dedicado a generar desechos que incrementan el dióxido de carbono, dando lugar al llamado calentamiento global–.

Y es que parece escalofriante cuando pasan en la televisión tomas de los tiraderos de basura; kilómetros y kilómetros, con metros y metros de altura, donde diariamente millones de toneladas de desperdicios van a parar sin que uno sepa con certeza cómo desaparecerán, pues muchos de esos materiales tardarán hasta cien años en descomponerse.

Así, para hacer frente al problema ambiental, nos vemos obligados a separar la basura, compramos productos empacados en contenedores hechos con materiales reciclados y nos llegamos a vestir con una que otra prenda elaborada con tejidos orgánicos, por mencionar algunas medidas paliativas.

Es por ello que, con objeto de generar conciencia entre la ciudadanía de que está a su alcance contribuir a la preservación del planeta mediante el reciclaje de materiales que así lo permitan, el gobierno de la Ciudad de México ha convocado a lo que llama Primer Mercado del Trueque, el cual consiste en que las personas lleven envases de vidrio, cartón, aluminio y plástico (PET) para ser aprovechadas y así no generar tanta contaminación.

Pero no sólo se tendrá la satisfacción de poner un granito de arena para la causa ambiental, sino que los participantes, dependiendo de la cantidad de materiales que lleven –que va de uno a diez kilos por persona– recibirán ‘puntos verdes’ que podrán ser canjeados en el mismo lugar por plantas, flores o vegetales que llevarán los productores de zonas como Xochimilco, Milpa Alta y Tlahuac, donde sigue habiendo actividad agrícola en microescala –recordemos que buena parte de las ‘alegrías’ o barras de amaranto vienen de esos lugares–.

La cita es el próximo domingo 4 de marzo, de las 10:00 a las 16:00 hrs., en la puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, y lo digo desde ahora porque es buen tiempo para separar los residuos sólidos y prepararse para acudir a la cita. ¡Hay que animarse! Nuestros hijos, nietos, bisnietos, etc… agradecerán nuestro compromiso (y si no pueden ir, en Superama tienen contenedores de manera permanente para hacer lo mismo, aunque sin el ‘plus’ de los ‘puntos’).

Y ya estando por esos lares pueden darse una vuelta por los museos del circuito Gandhi, comerse un delicioso algodón de azúcar (nunca me lo pierdo, mmm!!) o lanzarse poco más adelante al Centro Histórico.

viernes, 17 de febrero de 2012

Padres vs. hijos

Quién no confía ciegamente en sus padres: nos dan la vida, el cariño, el tiempo, el afecto y un sinnúmero de maravillas que sólo ellos otorgan. Son quienes te aconsejan desinteresadamente, te quieren de manera incondicional y en los que puedes confiar siempre. Sin embargo, hay quienes ven en los hijos, su talento y habilidades una mina de oro que no se puede dejar de explotar.

El más reciente es el de la tenista española Arantxa Sánchez Vicario, quien el martes pasado presentara su autobiografía en la que denuncia cómo su madre y su padre abusaron de su confianza para manipularla, ejercer un control desmedido sobre ella y hacer lo que querían con sus ganancias; le decían que todos los chicos que la buscaran sólo lo harían por dinero (mejor dicho, no fueran a disfrutar otros de esos billetes), no podía salir con amigas, mandaron investigar a su primer esposo con toda la intención de encontrarle ‘algo’, etc… etc…etc…

Además, como era de esperarse y dada la condición de menor de edad de Arantxa, sus padres administraron por muchos años los recursos provenientes de los torneos, y ahora ella les pregunta dónde quedaron los 45 millones de euros que se estima estuvieron en sus arcas.

Cínicamente, los Sánchez Vicario –porque sus hermanos se han puesto en contra de la ex deportista, aunque seguro disfrutaron también de las mieles materiales de su éxito– dicen que Aratxa está quebrada, que debe 3 millones de euros a la hacienda pública y que por eso pretende lucrar con un libro polémico. Sin embargo, con o sin dinero, lo cierto es que no está pidiendo que le devuelvan esos millones, sino una explicación.

Además, no debe ser fácil poner al descubierto una situación como esa, reconocer que tus propios padres se pasaron de listos contigo, que muchos momentos especiales se te esfumaron por su culpa y que la ambición pudo más que el amor.

Y a diferencia de otros casos de abuso por parte de los padres sobre los hijos que llevan a estos últimos a excesos etílicos, intoxicación farmacológica o vidas estrafalarias y desordenadas, luego de escapar de su entorno familiar –como Macaulay Culkin, Britney Spears, Michael Jackson y Lindsay Lohan–, Arantxa nunca ha dado de qué hablar en sentido negativo, está casada y tiene dos hijos. Pero tristemente ahora se está percatando que no todo ha sido felicidad en su vida.

En lo que sí coincide con algunos de esos artistas infantiles o juveniles es que ha llegado al grado de demandar sus padres, e incluso les ha pedido que desalojen la casa que compraron con dinero de ella.

En fin, ya sea por morbo, interés, amarillismo o cualquier otra razón, habrá que leer el testimonio de la ex tenista, cuya vida, a pesar de esta denuncia, seguro nunca será plena porque el daño hecho está.

viernes, 10 de febrero de 2012

En estos fríos y lluviosos días

Sinceramente, los días fríos y lluviosos no se cuentan entre mis favoritos; el peinado se arruina, los zapatos quedan hechos una desgracia, la orilla de los pantalones o las faldas se salpica, hay que ponerse más ropa de lo normal y encima se corre el riesgo de enfermarse. Y si se trata de bebés o niños mejor ni salir, porque los resultados en salud pueden ser aun peores.


Sin embargo, ahora que hemos estado guardaditas para que Lety no vaya a la intemperie (pobre, ella me da más ‘cosa’ con este clima…), he encontrado que el frío tiene muchas ventajas para disfrutar de horas y horas en casa (que de por sí me encanta estar ahí). A continuación les comparto algunas de esas alternativas:


- Tomar ricas bebidas mientras las manos dejan atrás el frío al contacto con la taza;


- Seleccionar fotos que se tienen en formato electrónico para su impresión o poner fecha y lugar a las que ya están por acomodarse en un álbum;


- Ver una buena peli o maratones de una serie favorita;


- Experimentar haciendo nuevas recetas;


- Reorganizar libros, discos o videos en sus respectivos libreros o muebles;


- Escoger ropa que se pueda donar a quien la necesite (asilos, albergues, etc…);


- Hornear un pastel (con la ventaja adicional que eso calienta la casa!!);


- Escribir un correo electrónico pendiente;


- Depurar la música del Ipod (luego trae uno cada rola colada…);


- Hacer ejercicio sin tener que enfriarse para salir al gimnasio, el club u otros centros deportivos;


- Planear las actividades de los fines de semana por venir;


- Hablar por teléfono con quien no hay comunicación cotidiana (por ejemplo, familiares o amigos que viven en otras localidades. Claro, sin que la llamada sea onerosa en cuanto a costo o tiempo);


- Ponerse un tratamiento de belleza en la piel o el pelo;


- Dormir (que yo nunca lo haría, pero hay a quien le gusta aprovechar esos ratos para ‘echarse un sueñito’);


Y si tienen bebé en casa, como yo, las posibilidades son aún mayores, porque se puede cantar, bailar, verificar la ropa de la siguiente etapa, pasar horas en la cuna y el tapete, inventar nuevos juegos, hacer más papillas de lo habitual, disfrutar de los juguetes, enseñar nuevas palabras, ejercitarse al ritmo de la música, avanzar en el gateo (o en la caminata, según el grado de desarrollo en que se encuentre) y un larguísimo etcétera que me hace pensar que estos días también tienen su encanto.

miércoles, 8 de febrero de 2012

¡Que alguien conteste!

Es paradójico que ahora, en el tiempo en que la atención al cliente y la calidad en el servicio suponen imperar, sea casi una hazaña comunicarse con alguien para recibir asesoría o quejarse de algo en los teléfonos habilitados para tales fines, ya sea en las empresas, el gobierno o los bancos.

Esto viene a colación porque la semana pasada mi mamá intentó entrar a su cuenta en Bancomer, como siempre lo hace, y el sistema se lo impidió señalando que debía ir a una sucursal por un dispositivo electrónico especial.

Así lo hicimos, y cuando volvió a intentar entrar utilizando la monada esa, el portal en línea tampoco la dejó hacerlo, pero en ningún lado decía ‘Aquí está el 1,2,3 para ingresar con el nuevo método’ o algún breviario indicativo (y ni siquiera el artefacto traía un instructivo, sólo decía cómo encenderlo).

Bueno, ni modo, esos torpes no siempre lo hacen como deben, así que procedió a marcar el número de atención telefónica para toda una serie de situaciones que van de la información sobre productos financieros y comisiones hasta saldos y robo o extravío de tarjetas.

Tic… tic… ‘Bienvenido a Bancomer. Seleccione la opción deseada’ y así se lanzan con unas 8 o 9 opciones. Bueno, ya marcó mi mamá la relacionada con utilización del sitio de internet y otra retahíla de alternativas entraba: ‘Preguntas frecuentes marque uno, guía para ingresar al portal marque dos, nuevo sistema marque tres, para repetir el menú anterior marque cuatro’.

Habiendo elegido por enésima vez entraba una grabación: ‘Por el momento todos nuestros ejecutivos se encuentran ocupados; espere en la línea, seguimos atendiéndolo’, y ponen una musiquilla desesperante interrumpida únicamente por anuncios del mismo banco y de nuevo el mensaje de que están ocupados. Y pasaron cinco, diez y hasta quince minutos y todo para que al final de la espera la llamada se corte automáticamente, ¡qué desesperante!

Le dije a mi mamá que eligiera otra opción, y otra y otra hasta llegar a que una persona, alguien tangible, respondiera para ver si acaso así, directo, entre ellos que conocen sus extensiones, la transferían al área correspondiente. Luego de varios intentos y marque este y aquel número, logramos que una tipita amable y competente la sacara de dudas (que simplemente fue desbloquear la cuenta desde la oficina central).

Pero en serio que qué impotencia siente uno cuando nadie escucha del otro lado, cuando el interlocutor no es más que una grabación, una imagen ficticia que no lo saca a uno ni de la duda ni del problema. Y eso que se trata de la era de la comunicación…

(Nota: peor aun me pasó también en estos días cuando llamé a SEDESOL para ver si estaba lista mi ‘carta de baja’; ni siquiera en el conmutador respondían, y de las dos veces que lo hicieron, en lugar de atender con un amable ‘Secretaría de Desarrollo Social, buenos días / tardes’, una se oía una voz seca y osca diciendo ‘Conmutador’… y al supuestamente transferirme de inmediato se cortó (o me cortaron), y la otra pedí la extensión de Relaciones Laborales y no me la quisieron dar; el colmo de los colmos…).