viernes, 30 de marzo de 2012

Sacratísimas barbaridades

Sinceramente no me entusiasmó en lo más mínimo la visita del Papa Benedicto XVI a nuestro país, a diferencia de los viajes de Juan Pablo II que nos llevaron a verlo pasar por las calles de la ciudad de México en cuatro ocasiones. Por lo mismo no sabía ni la fecha de su llegada, ni sus actividades, ni para qué venía. Sin embargo, al estar de vacaciones y encender el televisor, el canal ‘de inicio’ siempre era el 2 de Televisa, así que nos tocó ver un rato la transmisión.

Siento decir que el acontecimiento, lejos de ser algo especial espiritualmente hablando o de trascendencia política, fue un patético circo de los malditos televisos, que en todo momento manipularon la información y plagaron las pantallas de sentimentalismo barato.

La toma se realizaba a las afueras del Colegio Miraflores, que era donde se hospedaba el Papa. Pasaban a la gente haciendo bulla, con bebés en brazos, viejitas desdentadas aplaudiendo y un sinfín de personajes que cayeron en la faramalla de la televisora reproduciendo porras como ‘Benedicto, hermano, ya eres mexicano’, o cantando la canción ‘Amigo’ que compuso el brasileño Roberto Carlos, ambas manifestaciones dedicadas en su momento al Papa predecesor. Todos esperaban que Benedicto XVI saliera a darles una bendición.

Y la verdad, toda esa miserable gente debía irse a su casa y tener mayor consideración al pobre hombre que, a sus 85 amolados años –porque vaya que se ve acabadón–, se había tenido que soplar recepciones absurdas, bailables y discursos luego de 14 horas de vuelo desde su salida de Roma, además de las misas privadas, los recorridos saturados de personas y un griterío que no a todos les va bien –y más si se considera el carácter del Pontífice en turno–.

No digo que esté mal que la gente se entusiasme y manifieste su interés por ver al máximo jerarca de la Iglesia católica en la Tierra; sin embargo, lo que molesta es que todos tuvieran en mente que sería lo mismo que cuando venía Juan Pablo II y eso era una ilusión, porque Karol Wojtyla tenía otra personalidad, le tocó otro tiempo y era otra cosa, irrepetible, y ahora hay que respetar que Joseph Ratzinger es un personaje conservador, ‘retro’ y no tan carismático.

Pero los locutorcillos se empeñaban en igualar a los Papas y decían ridiculeces tipo ‘El Papa Benedicto XVI no será el mismo luego de estar en México’, o ‘Hay que destacar su cercanía con los jóvenes, su interés por difundir entre ellos la fe’.

Y de repente que se aproxima un mariachi a la puerta y dicen ‘Seguro hoy sí sale y da un discurso’, y evidentemente nada es improvisado: no dudo que los televisos impusieran algo de agenda y por eso sabían bien qué seguía en el programa, porque después de un buen rato en que seguía y seguía la transmisión con esa sarta de tonterías –en la que acabaron por hacer de Benedicto XVI un filósofo y poeta, casi santo–, al final salió el pobre Papa con un cansancio reflejado en el rostro, lo hicieron decir unas palabras y coronaron el encaje (y vaya que los mexicanos se pintan solos para ser encajosos, cargados y empalagosos) al ponerle un sombrero de charro en la cabeza, qué mal rollo…

¿El gran triunfador de todo eso? Televisa, naturalmente, que con tanta estupidez no dio lugar para hablar de pederastas, de Marcial Maciel y otros demonios de los que Ratzinger tuvo conocimiento desde que encabezaba la sección heredera del Santo Oficio en el Vaticano, una verdadera pena…

viernes, 16 de marzo de 2012

A prueba

Cómo me gusta ir al supermercado y encontrar en algún rincón una charola, mesita o módulo con ‘pruebas’, que es como denominamos a los trocitos, cubitos o versiones mini de algún producto que quiere vender el establecimiento o algún proveedor. Ya sea en la sección de fruta, la panadería / pastelería, las carnes frías, los quesos, los refrigeradores o en algún pasillo, lo cierto es que a nadie le cae mal una probadita, y con mayor razón cuando el hambre apremia.

Y la dinámica se vuelve muy chusca, porque si las personas ven que hay ‘pruebas’ por donde pasarán, se apresuran, hacen como que no han visto, pasan junto a la demostradora y fingen sorpresa cuando la señorita les dice ‘Buenos días, gustan probar…’, y complacidos reaccionan ‘Ay, bueno’, cuando era el objetivo de su paso por ese punto. E incluso preguntan ‘¿En qué parte encuentro este producto?’ o ‘¿Qué cantidad contiene?’, cuando la mayor parte de las veces en ningún momento han pensado en comprarlo, sino solamente saciar el antojito.

Aunque he de decir que es una técnica mercadológica que bien ha de funcionarles, porque de lo contrario no lo harían. Si no, vean todo lo que pone en ese tipo de exhibición Costco, por mencionar sólo un ejemplo (pero ahí sí llegan a aplicarse tipo 'Fuenteovejuna', pues mientras alguien 'se sopla' la explicación del producto, el resto ni siquiera finge y, en medio del tumulto, se arroja sobre el producto sin miramientos). Y no sólo se limita al plano de los alimentos, sino también a los artículos de limpieza y cuidado personal.

Así nos pasó hace unos quince años, cuando por toda la ciudad daban muestras de shampoo Pantene, cuando recién sacaron las modalidades para pelo lacio, pelo chino, pelo pintado y no sé cuánta monería, pero lo cierto es que nos dejó tan bien el pelo que lo compramos por mucho mucho tiempo.

También en el metro pasó que de tantas muestras de shampoo Elvive que me dieron hace unos años, con su respectivo acondicionador, logré llenar una botellita de las que lleva uno a los viajes.

Hace unas tres semanas pusieron unos módulos de Unilever en Perisur donde, además de las ‘pruebas’ de producto para usar en casa, le lavaban a uno el pelo, le aplicaban un tratamiento y le hacían un peinado de salón (alaciado, enchinado, etc…). Naturalmente fuimos mi mamá y yo (la Nenita nos veía desde su carriola porque su pelito todavía no da pa’ tanto, jiji) y agradecimos la atención de los promotores.

Y hace ya más de un mes que por toda la ciudad había espectaculares de helados Holanda anunciando el 11 de marzo como el ‘Día de la felicidad’, y como somos aficionadas a las paletas Magnum de esa marca, pensamos ir al centro comercial para ver qué promoción pondrían aludiendo a esa campaña publicitaria. Cuál fue nuestra sorpresa cuando en lugar de vender los productos estos eran regalados al público, así que disfrutamos de dos buenos helados gratis en un soleado domingo!!

Por todo eso, ¡cómo me gustan las pruebas! (eso sí, que no por ello se diga que vivo de gorra, jajaja).

viernes, 9 de marzo de 2012

Cual ‘Cinema Paradiso’

Cuando yo era muy pequeñita, Lita, mi mamá y yo acostumbrábamos caminar al Parque España, que nos quedaba a unas calles de la casa. Ahí dábamos la vuelta y disfrutábamos del paseo rodeadas de árboles, verdes prados y la caída constante del agua de las fuentes –y a la fecha recuerdo que ese lugar tenía las mejores resbaladillas de la ciudad, que eran de cemento, con estructuras firmes y bien pintadas–.

Pensando en que Lety conociera tan emblemático lugar para nosotras y repitiendo la maravillosa escena de las tres generaciones, el pasado fin de semana nos dispusimos a ir a la Condesa. Primero pasamos a la panadería, como debe ser siempre que está uno en ese rumbo –con una variedad y un sabor sin límite–. Posteriormente, bajamos la carriola, compramos paletas heladas y comenzamos la caminata para recordar aquellos tiempos.

Lety cayó rendida a los primeros metros, pero nosotras pudimos constatar que todo aquello ha caído en desgracia; la calle por la que caminamos, Juan de la Barrera, está llena de casas abandonadas, que dice mi mamá que eran muy grandes y de espléndida construcción, pero que seguramente han padecido la muerte de los dueños, o ya no tuvieron recursos para mantenerlas, o hay problemas de herencia y buena parte de ellas se está cayendo. Igualmente las banquetas, que entre las raíces que ha levantado el pavimento y el desgaste de décadas que no ha sido removido no hacen gala de la zona.

Ya llegando al parque la situación tampoco mejoró, pues no hay pasto en los jardines, los botes de basura están rebosando, las fuentes ya no funcionan más y su interior está lleno de tierra y hojarasca, ¡una verdadera tristeza! Y de aquellos juegos de cemento queda sólo el recuerdo, porque los cambiaron por otros más modernos, pero ni siquiera así levanta ese espacio.

Pero bueno, ya estábamos ahí y había que tomarnos al menos una foto. Sin embargo, el parque estaba tan solo y los pocos concurrentes tenían tan dudosa pinta que lo pensamos mucho por miedo a sacar la cámara, por aquello de los robos.

Oh decepción…

Caminamos de regreso y, adicionalmente, nos percatamos que no había un alma en la calle, así que parecía una colonia fantasma que sólo quienes la vivimos en sus ayeres de gloria pudimos disfrutar. La Condesa, en esas calles, no es más que un espejismo de lo que fue.

Todo me hizo sentir cual Salvatore Cascio, Toto, el personaje principal de esa grandiosa película de Giuseppe Tornatore titulada ‘Cinema Paradiso’ –que desde las primeras notas de Morricone provoca en mi tal emoción que llego a las lágrimas–, cuando décadas después vuelve a su pueblo a ver el recinto donde pasó tantos momentos importantes de su vida y se encuentra con que aquel inmueble estaba abandonado, sucio y nada tenía que ver con su ‘Cinema Paradiso’. Pero ese, su cine, siempre quedaría en la memoria.

(Autoridades delegacionales de porra, pues en lugar de darle mantenimiento a los espacios verdes de su demarcación, afean aun más parques como el España construyendo ahí una especie de bodega / oficina que tienen semi abandonada, a la que le falta pintura y donde están pegados carteles viejos, de eventos de hace más de 5 años. Y no dudo que hasta tengan en el organigrama institucional una ‘Dirección de Parques’, con un funcionariete cobrando sus miles de pesos, qué descaro…).

viernes, 2 de marzo de 2012

Por quién votar

Aprovechando lo que han denominado ‘veda electoral’ –que no es más que el bendito periodo en el que los candidatos, perdón, precandidatos a la presidencia tienen prohibido hacer proselitismo y, por tanto, no nos los hemos tenido que soplar–, he reflexionado concienzudamente por quién votar el próximo primero de julio. ¿Y qué panorama encontré? Uno francamente desolador, con personajes altamente mediocres que habrán de imponer los partidos.

Aquí les van los perfiles correspondientes de acuerdo a mi experiencia personal y muy particular:

Opción A:

Hombre terco y mal perdedor. Cuando estuve en Monitor iba cada semana a hablar de ‘honestidá y rectitú’ como las máximas que conducían sus acciones, para lo cual llegaba en un Tsuru blanco portando un reloj ‘de a peso’, siendo que en realidad el hijo mayor tenía una camioneta último modelo, él mismo utilizaba trajes Hermenegildo Zegna de miles de pesos y mientras no lo tomaran las cámaras portaba un costoso reloj.

Es el vivo ejemplo del doble discurso, el típico ‘dos caras’, cuya víscera nos llevó a padecer un plantón de meses en la Avenida Paseo de la Reforma, con toda la impunidad del mundo, incluso mandando al diablo a las instituciones (así de demócrata y respetuoso es él).

Y ya lo veo perdiendo por segunda vez, haciendo otro escándalo, cruzándose una banda de papel de baño en el pecho a manera de símbolo presidencial y nombrando un gabinete alterno (repitiendo Elenita Poniatowska en el área de cultura, por supuesto)…

Opción B:

Del género femenino, con complejos del tamaño de su ambición. Cuando entré a SEDESOL era la titular del ramo. Debido a que las giras internacionales ocuparon buena parte de su agenda –que al día de mi salida de la institución nunca supe de algo que hubieran aportado esos viajes a este país–, en mi área había una fulana dedicada única y exclusivamente a prepararle las comisiones.

Sin embargo, si se pensó en eso como integración de carpetas con materiales para las reuniones, elaboración de documentos con los antecedentes o logística profesional, se equivocaron, porque la chamba consistía en ir ‘de avanzada’ a lugares como París o Nueva York (ah, porque ahí era donde la ‘missis’ iba a discutir la pobreza) para verificar que la habitación del hotel no oliera a cigarro y para buscar a una persona que la peinara durante su estancia.

Cuando la comitiva oficial llegaba, la tipita tenía que bajar al gimnasio del hotel a las 6 de la mañana para apartar la caminadora donde la ñora quería hacer ejercicio, y durante el evento le cuidaba a la hija (porque han de saber que la mujer viajaba con todo y marido y crías, cortesía del erario) o le conseguía Coca Cola Light (para no desentonar con la lechuga, que es lo único que comía de acuerdo a la misma fuente).

Así se trataba el desarrollo social durante su gestión, así que no quiero imaginar si le dan un poco más de poder… (y me lo contó quien lo hacía directamente, una persona de carne y hueso).

Opción C:

De peinado demodé y con una actitud instalada en el acartonamiento, al otro nos lo quisieron vender como heredero de un ex presidente astuto e inteligente (aunque no para bien del país, que eso bien claro nos quedó), cuando la verdad es que de unos meses a la fecha han quedado al descubierto su torpeza, su ignorancia y su ausencia absoluta de talento.

Se casó con una actriz televisiva de medio pelo para montar la pantomima de la ‘familia feliz’, cuando en realidad el muy tipejo tiene hijos regados y reconocidos aquí y allá, dejando al descubierto su falsa e hipócrita moral de clásico macho mexicano (sin olvidar que, cuando le preguntaron por el precio de algunos bienes de la canasta básica, el muy misógino dijo ‘Lo siento, no lo sé porque no soy la señora de la casa’, ¿¿¿¡¡¡!!!???).

Y qué decir de sus penosas apariciones en foros como la prestigiada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde al apartarse del guión dejó bien claro que su ignorancia es infinita, que tiene cero capacidad para responder e improvisar y que su ausencia de equipo es preocupante (porque ‘de perdis’, cuando alguien sabe sus carencias se rodea de gente que lo saque del hoyo).

Adicionalmente, el esposo de una amiga trabajó de manera muy cercana a él cuando fue gober del Estado de México y me contó que después de dar el grito el 15 de septiembre, el tipo encerraba a todos sus colaboradores para festejar y no dejaba salir a nadie hasta que le daba la gana, y así en otras ocasiones (así de impositivo, dictatorial y bananero, y también lo sé de quien lo vivió).

Por todo lo anterior, como dijera aquel tristemente célebre borrachín cuyo video circulara por internet hace unos años, ‘tengo miedo, tengo miedo’…