viernes, 25 de noviembre de 2011

La crisis de una tradición

Una de nuestras tradiciones familiares más especiales es preparar lasagna de atún como parte de la cena de Navidad. La elaboración es todo un ritual que disfrutamos inmensamente, desde comprar la pasta en el supermercado hasta cocerla, integrar los ingredientes de la salsa, dejar sazonar a fuego lento, rallar el queso, formar las capas y el día de la celebración hornearla hasta gratinar, mmm. Cada una pone su granito de arena y el resultado, modestia aparte, es simplemente delicioso.

A sabiendas que la pasta se debe comprar con anticipación porque llegado diciembre puede escasear, nos dispusimos a principios de este mes a buscar los paquetes de lasagna marca Pinerolo en los anaqueles de Superama; a ver, a ver, dónde están las cajitas alargadas típicas de esa marca… no las veo… Bueno, probablemente no había ahí, pero sí en otro súper, pues no falta que terminen los contratos con algunos proveedores y dejen de surtir en ciertas cadenas.

Fuimos a Mega Comercial Mexicana… y el mismo desabasto. Eso ya no era normal, porque de plano la lasagna no era el único faltante, sino que el spaghetti, paglia e fieno y el fetuccini, que son algunas de las pastas Pinerolo, brillaban por su ausencia.

Otra alternativa era ir a Wal Mart. Ahí nos dirigimos la semana pasada con esperanza de encontrarla, pero de plano tampoco hubo. Mi mamá le preguntó a una tipita que trabajaba ahí si sabía qué había ocurrido con las pastas Pinerolo y ni siquiera le sonó. Es decir, no se trataba de escasez, sino de la desaparición de la marca.

Bueno, había que agotar la última opción, que era preguntar en la tiendita Macma que está a la salida de ese súper si ellos tenían todavía pastas –y es que Pinerolo es parte de la empresa galletera, lo mismo que los chocolates Ferback–. Ahí confirmamos nuestras sospechas: Pinerolo ya no existe y Macma está en quiebra…

Qué mal rollo, oh decepción… y es que las ‘lasagne’ que han introducido al mercado son láminas cortas y algunas tienen formato rizado, así que no tiene mucho que ver con nuestra tradicionalísima lasagna navideña. Y a sumarle lo de las galletas… y es que esos productos llegan a acompañar grandes ocasiones de nuestra vida, como las Navidades con lasagna y los helados con un crujiente barquillito.

Incluso César, cuando festejamos mi primer cumple ya estando juntos, me regaló una caja de deliciosas galletas Macma cubiertas de chocolate, mmm, además de unos moldes para hacer nuestras propias galletas.

Lástima, esas marcas se convirtieron con el tiempo en parte importante de nosotros y ahora no existen más. Sin embargo, de aquí en adelante formarán parte de nuestra memoria emocional, como es el caso de los lacitos de Agar (que le encantaban a mi mamá), los chocolates Presidente, los saborizantes de agua Perk y los chicles Freshenup.

(Eso sí, no dudo que en algún momento resurjan de las cenizas, aunque es muy probable que, aunque así sucediera, sería bajo el auspicio del tipo de empresas que se aprovechan de la nostalgia para sacar jugo del mercado, como pasó con la marca de refresco Yoli que compró Coca Cola, o los helados Bambino que compró Nestlé).

viernes, 18 de noviembre de 2011

'Black Friday' de petatiux

El día de hoy dará inicio lo que han llamado ‘El Buen Fin’, en el que las empresas ofrecerán descuentos especiales con objeto de beneficiar a los consumidores y, de esa manera, reactivar la economía nacional.


Prácticamente la misma medida se lleva a cabo anualmente en Estados Unidos con el nombre de ‘Black Friday’, que es el viernes inmediato al jueves de Acción de Gracias, el cual marca el inicio de la temporada navideña. Se le denomina así, ‘Viernes Negro’, porque supone que con el aumento de las ventas derivado de las ofertas, los comerciantes pasan de números rojos a números negros, es decir, eliminan el déficit de sus finanzas.


Allá, el ‘Black Friday’ es una verdadera locura, con la gente desbocándose en las tiendas –literalmente sí se da que las personas esperan la apertura de los comercios amotinados en las puertas y entran corriendo, de acuerdo a imágenes televisivas– y aprovechando descuentos de 50%, 60% o 70% sobre los precios originales.


Aquí no se sabe con certeza cómo va a estar ‘El Buen Fin’, porque la página que habilitaron para informar al consumidor sobre las tiendas participantes, las promociones y los artículos es bastante deficiente, muy pobre, y si en eso consistirá la oferta, pues valiente oferta. Pero no hay que juzgar a priori, sino que habrá que esperar cómo se desarrolla para tener el balance.


Eso sí, que no vayan a salir únicamente con promociones de meses intereses (que esa facilidad se tiene todo el año) o monedero electrónico (típico de las ventas nocturnas), sino que apliquen verdaderas reducciones a los precios.


En el mercado estadounidense está comprobado que comprar con descuento sí implica un ahorro. Y que nos digan a nosotros, que nos hemos vuelto ‘masters’ en artículos para bebés y que hace un año encontramos cosas buenísimas en las tiendas al otro lado de la frontera, aun sin el contexto del Thanksgiving.


Por ejemplo, aquí no es fácil encontrar escurridores para mamilas y los que hay, en Palacio de Hierro, cuestan en promedio 450 pesos. En EU encontramos uno en 8.5 dólares (menos de 100 pesos en su momento), con mejor diseño y más práctico por uso de espacio. Allá compramos un paquete de 10 baberos por 13 dólares (unos 150 pesos) y aquí cada uno cuesta entre 75 y 100 pesos.


Otro caso fue el de las cangureras, que en Babies R’ Us compramos una en 20 dólares (240 pesos), misma que en Liverpool estaba en 500 pesos. O uno más: allá mi mamá le compró a Lety tres gorritos para cuando saliera del hospital por 5 dólares (60 pesitos), mientras aquí consigues uno solo en 90 pesos. Todo de excelente calidad.


Como pueden ver, ganas no nos faltan para volver a ese paraíso de las compras, jajaja. Eso sí, el chiste no es pagar por comprar, pues los costos de transportación aérea y hospedaje se llevarían los ahorros en precios. En esos casos, la cosa es seleccionar destinos con atractivos para vacacionar, al tiempo que se aprovecha la cercanía con algunas tiendas.


Sin embargo, como no tenemos contemplado ir pronto a San Diego, San Antonio o McAllen, habrá que darse una vuelta por ‘El Buen Fin’; con suerte y es el inicio de nuestro ‘Black Friday’ de petatiux.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Valiente posicionamiento

La semana pasada César estuvo comisionado en la Conferencia General de la UNESCO, en la mismísima sede de esa organización. Una de las partes de mayor relevancia era la votación que se llevaría a cabo para admitir a Palestina como un miembro más, con voz y voto, a pesar de que no forma parte todavía del la ONU.

El caso sonaba interesantísimo e incluso provocador: lo primero porque hay precedente de países que primero han sido admitidos en la UNESCO y luego son reconocidos por Naciones Unidas, y lo segundo porque países como Estados Unidos e Israel amenazaron con retirar sus contribuciones financieras si la votación era favorable a Palestina.

La expectación era grande y el momento de votar había llegado. César me mantenía al tanto a través de mensajes al celular (por cierto, no dejo de maravillarme de lo que se puede hacer en materia de comunicación gracias al avance tecnológico constante!!). Se hizo el sorteo para ver quién votaría primero, pasaba un país, otro y otro, y por fin tocó el turno a México, del que se esperaba un ‘a favor’ rotundo, contundente, mostrando pleno compromiso con causas como la palestina.

El representante permanente de nuestro país ante la UNESCO, Embajador Carlos de Icaza, desde su lugar, se acercó al micrófono, inclinó la cabeza y dijo ‘abstención’. ¿¿¿¿Pero qué estaba pasando, cómo que México se salía por la tangente de esa manera???? Oh decepción…

Como era de esperarse, una considerable mayoría se puso de pie y ovacionó la decisión de admitir a Palestina, a pesar de las represalias presupuestales que pondrán en dificultades a la UNESCO –22% de EU más 3% de Israel no son asunto menor–. Eso sí, con la frente bien alta. En cambio México, siempre a expensas de quedar bien con ‘el vecino del norte’, decepcionó a propios y extraños, pues la expectativa era otra.

Así, yo me pregunto, ¿cuándo va a madurar este país para hacerse responsable de tomar sus propias decisiones, sin importar el ‘qué dirán’?, ¿cuándo se actuará con firmeza y autodeterminación asumiendo las consecuencias de los actos que se realizan motu proprio?

Y si lo vemos con detenimiento, ese comportamiento ‘agachón’ y débil inicia en la sociedad misma. Por ejemplo, a la gente le da pena decir que no, aun en contra de lo que verdaderamente piensa o siente, pero prefiere quedar bien con el otro que dar pie a lo que se pueda decir.

En el caso Palestina/UNESCO ya no hay mucho que hacer porque lo hecho, hecho está; sin embargo, la política exterior de México debe ser más contundente y definida para recobrar espacios perdidos en la escena internacional e incluso regional. En lo individual, tomemos nota y actuemos en consecuencia en los procesos electorales por venir, que son una forma de actuar y asumir el costo o beneficio de nuestras decisiones.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Celebrando los Juegos Panamericanos (o ‘Hasta que dimos el ancho’)

Ya van a cumplirse dos semanas de clausurados los Juegos Panamericanos de Guadalajara, y aunque no pude ver muchas de las competencias, el medallero demostró que ahora sí se tuvo nivel.

Algunos detractores dirán ‘claro, ganaron porque sólo se compitió con deportistas del continente y no de todo el mundo’, pero lo cierto es que se usan los mismos estándares internacionales que en los Juegos Olímpicos o en los Mundiales de cada disciplina para calificar los resultados.

Y no sólo lució la parte deportiva, sino también la organización en sí misma: los recintos, la villa panamericana, las premiaciones (por cierto, qué buena puntada la de dar las medallas junto con las mascotas en peluche!!) e incluso la imagen general del evento, todo fue como de primer mundo.

Los mismos amargados afirmarían ‘naturalmente, si seguro contrataron por una cuantiosa fortuna a un extranjero para crear el concepto’, que fue integral e incluyó el montaje, con utilización de tecnología de punta, y coreografías de excelencia.

Pero sin importar costos –que de cualquier forma hubieran pagado un dineral sin considerar la calidad del producto ni la nacionalidad del que prestara el servicio–, la verdad es que qué bien se hizo, porque en todo momento se destacaban elementos de la mexicanidad, de lo jalisciense (recordemos que buena parte de los iconos de lo mexicano son de Jalisco: el tequila, el mariachi, el charro), tales como la presencia de agaves en los estadios, los rebozos portados por las edecanes y los vestidos de las chicas que intervinieron en la ceremonia de inauguración.

Lo más paradójico es que entre los detractores y más amargados se encuentra Mario Vázquez Raña, añejo personaje del medio deportivo de nuestro país, que se atrevió a decir previamente al inicio de las contiendas, ‘Yo no voy a decir que serán los mejores Juegos Panamericanos de la historia, para nada… digo, ojalá que pudiera decirlo porque es mi país, pero ya veremos, no creo’.

¿¿¿Qué onda con el ñor, cómo dijo eso siendo miembro del comité organizador??? Buena parte de la respuesta se obtuvo en la clausura, en la que se echó un discurso bastante penoso, haciendo gala de la ‘chochez’ (se le podría denominar ‘demencia senil’ o algo similar, pero los eufemismos salen sobrando en este caso) que lo está caracterizando; se equivocó hasta en la hora a la que estaba cerrando formalmente el evento y dijo ‘Declaro clausurados… muchas gracias’, y no dijo ni qué ni nada, qué patética intervención…

(Como dijo mi mamá, pobre ñor, en serio que por dignidad no debe salir más haciendo ese tipo de papelazos…).

Finalmente, en retrospectiva, hice conciencia de lo que se erogó para la realización del evento y lo complicado que debió ser coordinar a tantas partes nacionales e internacionales: presencia de entes gubernamentales tanto federales como locales, protocolo del más alto nivel, logística aeroportuaria, etc… uf, qué tal!! Todo lo anterior como una bocanada de aire fresco en medio de nuestro desolador panorama nacional…