viernes, 24 de septiembre de 2010

Del Himno Nacional Mexicano y otras melodías patrias

Lo tocan todos los lunes en las escuelas, lo ponen en los eventos cívicos, se interpreta cada noche del 15 de septiembre y antes de iniciar los partidos de la Selección Nacional de Futbol: me refiero al Himno Nacional Mexicano, ese que un día llega y se queda el resto de nuestra vida.

Pero, ¿hay alguien a quien le hayan dicho ‘a ver, el himno dice así’, y se lo explican estrofa por estrofa, por escrito, para conocer el sentido de la letra? En lo absoluto: uno lo va ‘pescando’ de la ceremonia de honores a la bandera y lo repite como loro cada vez que se requiere. Y la gente termina diciendo cada barbaridad al entonarlo…

Es más: o no saben siquiera lo que están diciendo por ser palabras de poco uso en la actualidad (y que la falta de curiosidad parece eximirles de buscarlas en el diccionario), o de plano inventan unas cosas…

A continuación verán a lo que me refiero, comenzando por el coro:

Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón

(Aprestad del verbo aprestar, es decir, preparar, y combinado con acero significa preparar las armas. Por otra parte, bridón tiene varios significados, pero el que aplica aquí es el de caballo brioso. Así que la frase exhorta a alistar los fusiles y el caballo en el contexto de la lucha armada)
y retiemble en sus centros la Tierra
(Sí, en plural, aunque sepamos que la Tierra es una y por lo mismo tiene un solo centro. En caso de discrepar, revisen la Ley sobre el Escudo, la Bandera e Himno Nacionales)
Al sonoro rugir del cañón.

Y viene la primera estrofa:

Ciña ¡oh patria! tus sienes de oliva
(Ciña del verbo ceñir, es decir, ajustar, y combinado con ‘tus sienes de oliva’ significa ponerse una corona como símbolo de victoria. Esta metáfora me gusta!!)
De la paz el arcángel divino,
Que en el cielo tu eterno destino

Por el dedo de Dios se escribió.

Mas si osare un extraño enemigo
(Quizá esta sea una de las más célebres, ya que algunos piensan que ‘masiosare’ es una sola palabra y que incluso es el nombre del extraño enemigo, poniendo ese nombre a sus hijos y sumando a la causa del santoral… Pero en realidad, mas está aplicado como equivalente de ‘pero’, si como condicionante y osare proviene del verbo osar, atreverse. En suma, quiere decir ‘si alguien se atreviera’)
Profanar con su planta tu suelo
(Y se hace gala de la conocida obsesión del mexicano por los plurales: la gente dice ‘tus plantas’, como si el extraño enemigo – algunos dirían ‘como si Masiosare’ –entrara ‘de brinquito’ a territorio nacional. No, la cuestión es más poética para indicar que el enemigo deshonra esta tierra con el hecho de poner un pie en ella)
Piensa ¡oh patria querida! que el cielo
Un soldado en cada hijo te dio
.

Y si eso parece un exceso, hay que ver cómo se interpreta la melodía para ‘saludar a la bandera’ en la ya mencionada ceremonia de los lunes, aquella que dice:

Se levanta en el mástil mi bandera
(Hay quien dice ‘mastin’; ni que fuera perro, y sin el acento correspondiente…)
Como un sol entre céfiros y trinos
(Céfiro es un viento suave y trino es el canto de un pájaro)
Muy adentro en el templo de mi veneración
(Y ‘templo’ se confunde con ‘centro’)
Oigo y siento contento latir mi corazón
(Algunos, a todo pulmón, cantan ‘hoy me siento contento latir mi corazón’)

Pero bueno, esperemos que este breviario haya servido para comprender que en su contexto, el Himno Nacional Mexicano es hermoso y por lo mismo hay que interpretarlo correctamente.

martes, 14 de septiembre de 2010

Datos curiosos del 2010

Va avanzando uno de grado escolar y prácticamente cada año, en las clases de historia, se vuelven a escuchar los mismos nombres, las mismas fechas y las mismas glorias nacionales, pero no necesariamente sabemos ciertos detalles, minucias o curiosidades de nuestros grandes momentos colectivos, como son la Independencia y la Revolución.

Es por eso que, para conmemorar el Bicentenario y el Centenario, a continuación se presentan algunos datos casi desconocidos de esos personajes que nos dieron patria y libertad. Así:

¿Sabían que…?

- El famoso ‘grito de Hidalgo’ no fue ‘Viva la Independencia de México’, sino ‘¡Viva la Virgen de Guadalupe, viva Fernando VII, muera el mal gobierno!' (nunca se menciona que Hidalgo pertenecía al grupo de criollos que se inclinaba por la monarquía. Es decir, proponía que no se dependiera más de España, pero sí que se rindieran cuentas directamente al rey).

- El segundo nombre de Francisco I. Madero (es decir, el que empieza con I) era Indalecio (mejor dejémosle la I jajaja!!).

- Miguel Hidalgo tenía 57 años de edad cuando inició la lucha armada (qué amolado estaba… eso sí, hay que tomar en cuenta que la esperanza de vida a principios del siglo XIX no debió exceder los 40 años).

- Gustavo A. Madero fue hermano de Francisco I. Madero (y la A era de Adolfo: qué afán con lo del segundo nombre de esos hermanos…).

- Josefa Ortiz de Domínguez es conocida como ‘la Corregidora’ porque fue esposa del Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez (que al pobre hombre ni quien lo conozca… así que no guarda ninguna relación con Belisario Domínguez, de quien también se sabe poco; él vivió cien años después, destacando su labor opositora a Victoriano Huerta durante la Revolución).

- Porfirio Díaz pidió al Arquitecto Antonio Rivas Mercado que construyera la Columna de Independencia, mejor conocida en nuestros días como ‘El Ángel’, en la Ciudad de México, para conmemorar los primeros cien años de nuestro país como nación independiente (curiosamente, contra el gobierno de Díaz fue que inició el movimiento revolucionario).

Y aunque no sea propiamente independentista ni revolucionario, aquí va un ‘pilón’ de Benito Juárez, que también es cuestión muy patria:

- Su segundo apellido era García.

- La celebérrima frase ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’ la pronunció Juárez en un discurso ante el Congreso cuando se restauró la República, justo veintisiete días después del fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en el Cerro de las Campanas.

- Tuvo once hijos con su esposa, Margarita Maza (quien, cabe señalar, era una de las hijas de la familia en cuya casa Juárez trabajó como mozo cuando era niño).

- ‘Benemérito’ significa, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, digno de galardón (por aquello de que Juárez es considerado ‘Benemérito de las Américas’).

- Tuvo a su mando a los generales Porfirio Díaz (su paisano) y Mariano Escobedo (que uno conoce el nombre por la calle pero no sabe quién fue).

- Benito Mussolinni se llamó así porque su padre admiraba profundamente a Juárez.

Y por último, ¿sabían que?... Desde el año pasado, el Banco de México puso en circulación monedas de cinco pesos que conmemoran el Bicentenario y el Centenario: en una cara tienen al águila parada sobre un nopal devorando a la serpiente y en la otra un personaje de uno u otro período.

Nosotros las estamos coleccionando, pero tal como sucede con los álbumes de estampas, las más codiciadas son las más escasas… Pero esperamos tener las 37!!

viernes, 10 de septiembre de 2010

Solidaridad mal entendida

Por enésima vez, como cada año, diversos estados de la República Mexicana han resultado afectados por las inundaciones, producto de las lluvias que traen consigo los huracanes. De nuevo, las imágenes muestran pueblos anegados, personas caminando (o casi nadando) con el agua a la cintura y viviendas sepultadas por el lodo.

También como anualmente sucede, las autoridades salen al paso solicitando encarecidamente ‘la solidaridad que caracteriza al pueblo mexicano’ para que lleve víveres, ropa y donaciones en efectivo para ayudar ‘a los hermanos en desgracia’.

Definitivamente se parte el corazón al saber que toda esa gente conserva únicamente lo que lleva puesto, porque sus casas están inundadas y en ellas se perdió probablemente el trabajo de varios años o incluso de una vida. Pero también ya estuvo suave de que el gobierno ‘haga concha’ y se atenga a que la ciudadanía siempre coopera con esas causas.

¿Por qué si cada año sucede lo mismo, en los mismos lugares, no hacen algo más drástico para paliar los efectos de la temporada de inclemencias climáticas; por qué no reubicar los asentamientos humanos irregulares en zonas alejadas del peligro; por qué no invertir en mejoras en la infraestructura que permitan aprovechar esos flujos inmensos que buena falta hacen el resto del año en esas y otras regiones del país?...

Algo más: ¿por qué el gobierno envió toneladas y toneladas y toneladas de ayuda a Haití, en barcos y más barcos y más barcos de la Marina Nacional, a sabiendas de que en unos meses esa ayuda se necesitaría aquí mismo? Creo sinceramente en la cooperación internacional en sus diversas modalidades (de lo contrario no hubiera estudiado Relaciones Internacionales) como una forma noble para superar los problemas colectivos; sin embargo, ese despliegue de asistencia a los haitianos no correspondió a la capacidad real de nuestro país para colaborar con otros.

Y lo siento pero tengo otro cuestionamiento: ¿por qué no se suspenden algunos de los costosos ‘festejos’ del Bicentenario y esos millones los destinan a reconstruir áreas afectadas? La respuesta única es porque es más fácil ‘hacerle a la llorona’ e irse de gorra con las buenas intenciones del resto de la población.

Lo anterior me lleva a tomar una decisión radical: señores, lo siento muchísimo por los damnificados, pero ahora no pienso cooperar con los centros de acopio. Además, debido a que pertenezco al diminuto sector cautivo que paga impuestos en México (porque de la fuerza laboral quedan exentos los del sector informal y los llamados ‘ninis’, que suman varios millones en conjunto), cada quincena mi recibo de nómina viene bien rasurado para engrosar el erario público, del que salen los recursos para la atención a desastres naturales como los que se están registrando.

Adicionalmente, en la medida que sigamos como sociedad civil dando donativos cada vez que salgan a flote las ineficiencias gubernamentales, los funcionarios seguirán sin hacer la parte que les corresponde para que las personas vivan en condiciones dignas. En pocas palabras: hasta que no les llegue ‘el agua al cuello’ no harán la chamba por la que les pagan.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Hagan caso a su cuerpo (II, epílogo)

Les he de confesar algo: desde mis malestares del año pasado me he vuelto un poco ideática. Por el lado alimenticio, ya no como ensaladas fuera de casa por aquello de las amibas, ya no tomo jugos cítricos antes de los alimentos por si la gastritis, y procuro el menor picante posible para evitar cualquier inflamación estomacal.

Los hielos ‘de lejitos’: primero porque tienden a irritarme la garganta y porque, como dijeran en casa, no sabe uno con qué agua los hicieron… los helados los veo con reserva por los mismos motivos del agua, y los tamales pasaron a la historia luego de una indigestión marca diablo que tuve a consecuencia del Día de la Candelaria de este año.

En cuanto a mi cuerpo, ante cualquier señal atípica procedo de inmediato a la interpretación, de acuerdo a lo que he tenido o a lo que presumiblemente pudiera ser (eso sí, sin automedicación ni alguna barbaridad de esas): nuevo dolor de espalda media, seguro un vaivén gástrico; si es en espalda baja, seguro me excedí en el ejercicio; y si es dolor de cabeza, o se me bajó la presión o es hora de ponerse el suéter debido al frío provocado por el aire acondicionado de la oficina.

(Qué tal, todo un estuche de monerías, jaja!! Pero no crean que agobio al prójimo con tanta suposición: al rato pasa el síntoma y ya está).

Por todo lo anterior, cuando iniciamos en junio ‘la búsqueda de los Pollos’ (eso sonó a título de película, parecido al de la obra de Emilio Carballido ‘Silencio, pollos pelones, ya les van a echar su maíz, jaja!!), esperaba yo en cualquier momento el cuadro completo de la sintomatología de un embarazo: náuseas al despertar, vómito incontrolable, inflamación abdominal, cansancio permanente, mareos, ganas frecuentes de ir al baño, sensibilidad olfativa, sueño, apetito voraz, etc… etc… etc… pero nada de eso se presentaba.

Un día, el ciclo del mes no se presentó… pero los mentados síntomas tampoco. Teníamos nuestras dudas ante lo que estaba (o no) sucediendo. Siguieron pasando los días, 3, 4, una semana, y de una vez por todas recurrimos a los exámenes clínicos para que midieran la hormona HCG que nos daría la respuesta definitiva. Así, en menos de 36 horas, supimos que la próxima primavera seremos papás, YIPIYEI!!!!

Y al día de hoy los síntomas siguen prácticamente sin manifestarse (eso sí: para nada estoy en huelga de hambre, sino que mi hambre está de huelga porque no tengo nada de apetito… pero que conste que como bien!!).

Epílogo: El cuerpo humano es una máquina perfecta, por lo que siempre hay que hacer caso de lo que está indicando. Hace un año, la presencia de sensaciones atípicas como un dolor de espalda permanente me indicó que algo no andaba bien en alguna parte. Ahora, la ausencia de un proceso habitual nos llevó a sospechar que un nuevo proceso había iniciado!!!!