viernes, 27 de agosto de 2010

La frivolidad extrema de los concursos de belleza

¿Han visto la película ‘Miss Simpatía’, en la cual Sandra Bullock es una agente de policía que se introduce hasta las venas de un concurso de belleza para desenmarañar un lío de mafiosos de ese ramo? Lejos de ser una historia inventada, pienso que tanto la parte mañosa de esos certámenes como la de las monas plásticas, ‘seso-hueco’ que concursan (lo siento, pero eso son) no son más que una realidad.

En el primer caso, el de las mafias, para muestra un botón: qué casualidad que una mexicana gana el título ‘Miss Universo’ en 2010, dando lugar a que los medios la llamen ‘Miss Bicentenario’, al igual que en 1991, cuando Guadalupe Jones resultó ganadora del mismo concurso y la denominaron ‘Miss TLC’ porque dicho acuerdo comercial estaba por entrar en vigor…

Qué coincidencia que justo en años estratégicos en los que se pretende ‘enaltecer’ o ‘posicionar’ el nombre de México sucedan esas cosas… (lo malo es que nunca ha sucedido con los Mundiales de futbol, jaja; será que es más cara la cuota…).

Además, ¿qué se puede esperar del concurso ‘Miss Universo’ cuando el organizador principal es Donald Trump, para quien todo en la vida es negocio, un antipático con tinte rubio dorado y peluquín que da pena ajena…?

Y de las concursantes ni qué decir: no son más que un puñado de mujeres que no tienen otra cualidad más que su ‘buena disposición’ para hacer todo lo que haga falta para ganar ese tipo de certamen: que si un siliconcillo por aquí, adelante; que si una inyección de ácido tal, adelante… (fue muy sonado que Alicia Machado, quien fuera ‘Miss Universo’ en no sé qué año, fue intervenida por un cirujano plástico para modificarle la forma de los ojos… seguro es difícil, pero no ha de ser imposible…).

Además, todo me parece tan falso, ‘de pose’ y frívolo en esos concursos… los lugares a donde las llevan, las poses, las caras, las expresiones; todo es absolutamente estudiado para ‘no errarle’.

Ah, pero según los organizadores, para ‘demostrar’ que las concursantes ‘tienen cerebro’, incluyen en el proceso una ronda de preguntas supuestamente de fondo, con las que pretenden ‘resaltar la parte intelectual del asunto’.

Por eso la célebre burla de la peli ‘Miss Simpatía’, que para cualquier cuestionamiento, las tipitas contestaban ‘La paz mundial’, como si fuera la panacea, jajaja (y yo creo que hay gente que piensa que en realidad eso es una gran premisa, porque hace poco que fuimos César y yo a un bautizo, cuando el padre hacía las plegarias universales e invitó a los feligreses a manifestar las propias, una de las asistentes dijo con supuesta profundidad: ‘Paz mundial’…, jajaja).

Pero bueno, el hecho de que sigan existiendo concursos como ‘Miss Universo’ –aunque estén pasados de moda, porque francamente el formato es demodé–, nos da mucho material para la diversión colectiva, aunque sea por el lado de la mofa (ni modo, a eso se prestan…).

viernes, 20 de agosto de 2010

La agenda conmemorativa del ‘Bicente-fiasco’

Qué tal la sarta de tonterías que han esbozado en las últimas semanas para festejar el Bicentenario de la Independencia: que si un desfile de carros alegóricos con gente disfrazada de acuerdo a episodios de la historia de nuestro país, que si la actuación de acróbatas y bailarines (¿?), que si una regata… y eso porque entré a la página oficial, porque en realidad no se difunde nada.

Qué les parece la denominada ‘Estela de Luz’, que se pretendía fuera el monumento erigido en conmemoración del Bicentenario; no es posible que falte menos de un mes para que llegue la fecha y se esté anunciando que estará listo para fin de año… ¡¡pero de 2011!! (y nos consta: mi mamá y yo pasamos por ahí hace ocho días y estaba el terreno en pañales, apenas con mezcla encima…).

O qué tal la contratación de una empresa para que organice los festejos nacionales, como si no se estuvieran destinando recursos extraordinarios para sostener áreas creadas ex profeso en CONACULTA, la SEP y Cancillería (cabe señalar que esa empresa está encabezada por un australiano que le armó la inauguración de los Juegos Olímpicos a China hace dos años: imagínense lo que están cobrando para que la información de costos y otros detalles la esté reservando Presidencia por 15 años…).

Pero dos de las últimas ocurrencias han sido el colmo de los colmos: primero, el traslado de los restos de los insurgentes de la Columna de la Independencia al Castillo de Chapultepec, y no contentos con eso, del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional; y segundo, el ‘lanzamiento’ de la ‘canción del Bicentenario’.

Lo de los restos fue francamente absurdo, que para verificar identidades… ¿y qué tal si no eran de quienes se creía que eran, qué tal si en lugar de tener a Miguel Hidalgo se tenía el cráneo de un soberano desconocido para rendirle honores?... Pienso que el hecho de que se tengan esos huesitos en un monumento nacional es más una especie de acto de fe que un hecho comprobado.

Y qué decir de la mentada canción conmemorativa; ¿a quién se le ocurre que Alex Syntek, un cuate emergido de las filas de Televisa, que si bien tiene ciertas habilidades musicales para el género pop, no puede ser el intérprete de una melodía que supone trascender y celebrar 200 años de ser una nación libre y soberana?...

No cabe duda que, como bien dijo Enrique Krauze en una entrevista que le hizo el diario Milenio, el gobierno no supo (porque definitivamente no se conjuga el verbo en participio con la esperanza de que enderecen el barco: esto es causa perdida…) cómo ‘entrarle’ a los festejos del Bicentenario (además, ¿se dan cuenta que en ningún momento hablan del Centenario de la Revolución? Claro: eso suena a izquierda y a movimiento popular, algo que no va con el partido en turno, qué parcialidad…).

Primero critiqué un poco la serie ‘Discutamos México’ por considerar que sus programas eran casi eruditos, que suponen un conocimiento muy avanzado de la historia nacional que no todos tienen, lo cual me parecía excluyente, como dejar las celebraciones en el nivel de ‘alta cultura’, sólo para académicos e intelectuales. Pero viendo el escenario, eso hubiera sido mil veces mejor a convertir esto en un circo ‘televiso’, comercial, frívolo y pulguiento como lo están haciendo.

O como bien dice César, un gran festejo del Bicentenario hubiera sido destinar los millones de pesos que se gastarán en espectáculos de luces, sonido y oquedad tanto temática como emocional, en equipar escuelas y clínicas de salud, que buena falta hace: dotarlos de infraestructura y de condiciones que permitan a los usuarios o asistentes sentirse orgullosos de ser mexicanos y contar con un país verdaderamente digno y grandioso.

viernes, 13 de agosto de 2010

Talento urbano

La muerte del tamaulipeco Roberto Cantoral en días pasados me hizo pensar en los talentosos compositores que hemos tenido y a quienes aplaudimos la autoría de rolas como ‘La gloria eres tú’, ‘Delirio’, ‘Contigo aprendí’, ‘Noche de ronda’ y muchísimas más que siguen traspasando el tiempo para incorporarse al cancionero nacional.

Y no sólo eso, pues cuando va uno al extranjero no es raro percibir esos acordes conocidos que le enchinan a uno la piel de saberlos propios. Por ejemplo, a mi mamá y a mi nos tocó deleitarnos con ‘Cielito lindo’ en plena góndola, en Venecia, y César y yo disfrutamos de ‘Bésame mucho’ cuando caminábamos por una callejuela de Roma (y se ve que esa rola pega mucho por allá, porque nosotras también la oímos dos veces en las calles de Madrid).

Adicionalmente las interpretaciones eran buenas, lo que remite a esos talentos urbanos que se pueden encontrar donde menos se esperan y que le brindan a uno gratísimos instantes de solaz.

César dice que en el metro de París los artistas realizan pruebas para tener derecho a trabajar en esas instalaciones, y Marisse, colega del trabajo, dice que en el subterráneo de Nueva York es posible encontrar verdaderos maestros del jazz y de otros géneros alternativos.

Pero la Ciudad de México no es la excepción y también se lleva uno gratas sorpresas. En el pasaje que se ubica debajo de Avenida Reforma y que conduce a la estación Hidalgo del metro, es frecuente encontrar a algunos jóvenes que probablemente estudian en el Conservatorio u otra escuela de música y que van al metro a ensayar, con la posibilidad adicional de ganar un dinerito. A veces están con violín y flauta, otras con cello y contrabajo, y otras más hay hasta cuatro intérpretes, siempre acompañados de las notas de Vivaldi o Mozart.

En otra ocasión, hace ya unos años, iba sentada en un vagón lleno de gente, cuando de repente oí rolas de The Beatles en saxofón y armónica. Pensé ‘No sé qué disco pirata estén vendiendo ahora, pero suena muy bien’, y cuál fue mi sorpresa cuando me percaté que no era grabación, sino dos muchachos que tocaban en vivo y en directo.

Finalmente está el caso de un ñor que se sube al metro con guitarra y flauta para tocar música latinoamericana y una que otra melodía estadounidense (como ‘The sounds of silence’, que tanto le gusta a mi mamá). Suda y suda el pobre hombre de tanto esfuerzo, y la verdad toca bien, pero el problema es que ya se le hizo costumbre y tiro por viaje se lo encuentra uno y con el mismo repertorio (ah, y al final vende su disco y toda la cosa; como que ese ya no es tan espontáneo).

Justo reflexionaba sobre esos menesteres musicales cuando caminaba por el pasillo subterráneo del metro Hidalgo del que ya les hablé, en el momento que un niño como de ocho años tocaba un güiro y daba ‘el espectáculo de la tarde’. Cantaba tan mal el pobrecito… pero con su ritmo acapulqueño y la voz aguda, hizo que los 30 o 40 segundos que dura el tránsito por ese lugar fueran de lo más simpáticos!!

viernes, 6 de agosto de 2010

La alrevesada sintaxis del mexicano

Atando cabos, he notado que el mexicano tiende a torcer el lenguaje a placer, usando plural cuando las palabras deberían ir en singular y viceversa. O cambia una vocal por otra, o inventa términos impensables. Y seguro que la gente ni se entera de su osadía, porque cada vez es más común ver, incluso escritas, las barrabasadas que antes sólo se expresaban platicando.

El primer caso es el colocar una ‘s’ al final de los verbos conjugados: ya llegastes, me contastes, tú dijistes, ya jugastes, no lo lavastes, apuntastes… y no sé por qué se empeñan en hacerlo, porque incluso se complica hasta la pronunciación.

Mención aparte reciben las ‘s’ que se aplican a otras palabras que no son verbos. Por ejemplo, el tradicionalísimo ‘Pues ya ni modos’, o ‘Que te preocupa, si esa dirección queda cercas de aquí’, jaja.

El segundo ocurre cuando se utiliza singular en lugar de plural. Eso es muy común al momento de anunciar ofertas o promociones, pero no sólo en los puestos ambulantes, sino también en el supermercado. Por ejemplo, ‘Toda la pizza personal en 40 pesos’ (cartel de Domino’s Pizza) o ‘Todo el jabón para manos 3x2’ (anuncio de Julio Regalado de Comercial Mexicana). ¿Cómo que ‘toda la pizza’? Si se está hablando en plural ahí sí aplica ‘Todas las pizzas’.

Existe el caso inverso, en que a las palabras terminadas en ‘s’ porque así son de origen se les pretende simplificar a singulares inexistentes. Es decir, tanto plural como singular se escriben y pronuncian igual. Tal es el caso de palabras como tenis, de la que piensan que el singular es ‘teni’ (y lo oí alguna vez ‘En familia con Chabelo’ cuando era chica, jajaja): simplemente fatal…

Uno más: las personas piensan que la enfermedad es ‘diabetis’ y no diabetes, o que se dice ‘ingli’ y no ‘ingle’ a la parte que une el vientre con el muslo, o que dicen ‘bacalado’ en lugar de bacalao (hace poco leí que esto último se debe a que anteriormente la gente de pueblo de España utilizaba la terminación ‘ao’ en las conjugaciones verbales: acabao, callao, peinao. Para pasar por cultos se empeñaron en emplear ‘ado’, pero en lo que no cayeron en cuenta fue que eso sólo es para verbos, no para otros sustantivos…).

Y para cerrar, nada mejor que esas palabras que se aplican para hacer parecer más formal o solemne la expresión. Por ejemplo, la gente que dice ‘Le voy a pedir de favor que no pase por ahí’; definitivamente el ‘de favor’ es terrible…

¿Quién le dirá la gente que eso es correcto o por qué lo asumirán como tal? No lo sé, pero al menos a mi me da la nota tutti frutti y me río bastante cuando leo barbaridades como esas!!