¿Han visto la película ‘Miss Simpatía’, en la cual Sandra Bullock es una agente de policía que se introduce hasta las venas de un concurso de belleza para desenmarañar un lío de mafiosos de ese ramo? Lejos de ser una historia inventada, pienso que tanto la parte mañosa de esos certámenes como la de las monas plásticas, ‘seso-hueco’ que concursan (lo siento, pero eso son) no son más que una realidad.
En el primer caso, el de las mafias, para muestra un botón: qué casualidad que una mexicana gana el título ‘Miss Universo’ en 2010, dando lugar a que los medios la llamen ‘Miss Bicentenario’, al igual que en 1991, cuando Guadalupe Jones resultó ganadora del mismo concurso y la denominaron ‘Miss TLC’ porque dicho acuerdo comercial estaba por entrar en vigor…
Qué coincidencia que justo en años estratégicos en los que se pretende ‘enaltecer’ o ‘posicionar’ el nombre de México sucedan esas cosas… (lo malo es que nunca ha sucedido con los Mundiales de futbol, jaja; será que es más cara la cuota…).
Además, ¿qué se puede esperar del concurso ‘Miss Universo’ cuando el organizador principal es Donald Trump, para quien todo en la vida es negocio, un antipático con tinte rubio dorado y peluquín que da pena ajena…?
Y de las concursantes ni qué decir: no son más que un puñado de mujeres que no tienen otra cualidad más que su ‘buena disposición’ para hacer todo lo que haga falta para ganar ese tipo de certamen: que si un siliconcillo por aquí, adelante; que si una inyección de ácido tal, adelante… (fue muy sonado que Alicia Machado, quien fuera ‘Miss Universo’ en no sé qué año, fue intervenida por un cirujano plástico para modificarle la forma de los ojos… seguro es difícil, pero no ha de ser imposible…).
Además, todo me parece tan falso, ‘de pose’ y frívolo en esos concursos… los lugares a donde las llevan, las poses, las caras, las expresiones; todo es absolutamente estudiado para ‘no errarle’.
Ah, pero según los organizadores, para ‘demostrar’ que las concursantes ‘tienen cerebro’, incluyen en el proceso una ronda de preguntas supuestamente de fondo, con las que pretenden ‘resaltar la parte intelectual del asunto’.
Por eso la célebre burla de la peli ‘Miss Simpatía’, que para cualquier cuestionamiento, las tipitas contestaban ‘La paz mundial’, como si fuera la panacea, jajaja (y yo creo que hay gente que piensa que en realidad eso es una gran premisa, porque hace poco que fuimos César y yo a un bautizo, cuando el padre hacía las plegarias universales e invitó a los feligreses a manifestar las propias, una de las asistentes dijo con supuesta profundidad: ‘Paz mundial’…, jajaja).
Pero bueno, el hecho de que sigan existiendo concursos como ‘Miss Universo’ –aunque estén pasados de moda, porque francamente el formato es demodé–, nos da mucho material para la diversión colectiva, aunque sea por el lado de la mofa (ni modo, a eso se prestan…).
En el primer caso, el de las mafias, para muestra un botón: qué casualidad que una mexicana gana el título ‘Miss Universo’ en 2010, dando lugar a que los medios la llamen ‘Miss Bicentenario’, al igual que en 1991, cuando Guadalupe Jones resultó ganadora del mismo concurso y la denominaron ‘Miss TLC’ porque dicho acuerdo comercial estaba por entrar en vigor…
Qué coincidencia que justo en años estratégicos en los que se pretende ‘enaltecer’ o ‘posicionar’ el nombre de México sucedan esas cosas… (lo malo es que nunca ha sucedido con los Mundiales de futbol, jaja; será que es más cara la cuota…).
Además, ¿qué se puede esperar del concurso ‘Miss Universo’ cuando el organizador principal es Donald Trump, para quien todo en la vida es negocio, un antipático con tinte rubio dorado y peluquín que da pena ajena…?
Y de las concursantes ni qué decir: no son más que un puñado de mujeres que no tienen otra cualidad más que su ‘buena disposición’ para hacer todo lo que haga falta para ganar ese tipo de certamen: que si un siliconcillo por aquí, adelante; que si una inyección de ácido tal, adelante… (fue muy sonado que Alicia Machado, quien fuera ‘Miss Universo’ en no sé qué año, fue intervenida por un cirujano plástico para modificarle la forma de los ojos… seguro es difícil, pero no ha de ser imposible…).
Además, todo me parece tan falso, ‘de pose’ y frívolo en esos concursos… los lugares a donde las llevan, las poses, las caras, las expresiones; todo es absolutamente estudiado para ‘no errarle’.
Ah, pero según los organizadores, para ‘demostrar’ que las concursantes ‘tienen cerebro’, incluyen en el proceso una ronda de preguntas supuestamente de fondo, con las que pretenden ‘resaltar la parte intelectual del asunto’.
Por eso la célebre burla de la peli ‘Miss Simpatía’, que para cualquier cuestionamiento, las tipitas contestaban ‘La paz mundial’, como si fuera la panacea, jajaja (y yo creo que hay gente que piensa que en realidad eso es una gran premisa, porque hace poco que fuimos César y yo a un bautizo, cuando el padre hacía las plegarias universales e invitó a los feligreses a manifestar las propias, una de las asistentes dijo con supuesta profundidad: ‘Paz mundial’…, jajaja).
Pero bueno, el hecho de que sigan existiendo concursos como ‘Miss Universo’ –aunque estén pasados de moda, porque francamente el formato es demodé–, nos da mucho material para la diversión colectiva, aunque sea por el lado de la mofa (ni modo, a eso se prestan…).