viernes, 25 de julio de 2008

Realidades y guías turísticas

Ayer fue el cumpleaños de César y, seducidos por la magnífica vista, fuimos a comer a La Terraza del Hotel Majestic, que da al corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Para llegar ahí tomé un autobús que lleva al Zócalo, pasando por Paseo de la Reforma, doblando en Juárez, circulando frente al Hemiciclo a Juárez, Bellas Artes y las nuevas oficinas de Cancillería, cruzando Eje Central y tomando Madero para desembocar en la plaza principal.

En el camino, al ver varios grupos de extranjeros por la zona, pensé: ¿cómo hablarán de México en las guías turísticas, qué recomendarán, cómo nos ven desde afuera?

Por lo pronto, seguro las guías incluyen el lugar donde fuimos, con platillos bien presentados, el servicio súper y la ciudad, hermosa, diáfana y bulliciosa (nos hizo buen día, el cielo estaba completamente despejado a esa hora), acompañando nuestro festejo (y recordé cuando íbamos el 16 de septiembre a un edificio aledaño al Majestic para presenciar el desfile de Independencia, cortesía de mi tío Héctor. Era increíble, justo frente a Palacio Nacional!!).

La comida estuvo acompañada por algo que nunca habíamos presenciado: llegó a nuestra mesa un señor con sus casitas de canarios que sacan un papelito con un mensaje (naturalmente los habíamos visto en la calle o algún parque, pero nunca habíamos pasado por esa experiencia, fue muy chispa). Pero no sólo eso, sino que esos pajaritos estaban entrenados para tomar una tacita con el pico y hacían como que bebían el contenido, y al final, también con el piquito, ponían el sombrero a un charrito de juguete. Muy simpático (esos señores pajareros seguro también son comentados en las guías de turistas).

Luego decidimos bajar por las escaleras, que, al igual que las paredes de todo el inmueble, están decoradas con partes de talavera. Los pisos igual, todo muy mexicano, pero no por ello fuera del contexto contemporáneo del diseño. Muy lindo todo, vale la pena darse una vuelta por ahí.

Y si se sigue pensando en términos turísticos, también hay que ver qué más dicen en otros apartados. Porque es fácil pensar en que el correspondiente a Museos en la zona centro de la Ciudad de México debe recomendar al Nacional de Arte (MUNAL), San Ildefonso, el de la Caricatura o el de las Culturas, pero no sé qué pondrán en la parte de Transporte local. ¿Hablarán de los bicitaxis, de los microbuses?

No es que esté traumada u obsesionada con estos últimos, sino que pensé todo esto justo cuando iba de camino, sentada en la tapa que oculta el motor del vehículo. Y es que algunos conductores, los que son decentes y muy amables, consideran una cortesía ofrecer esa parte del autobús como asiento (aunque a veces, como ayer, siento decirles que el calor casi me rostiza el pantalón, jaja).

Y es que en una de las ocasiones en que se abrieron las puertas para que algunos pasajeros descendieran, había dos taxis de sitio llenos de turistas, que al voltear y verme en la tapa del motor, seguro pensaron algo bien cierto: esta ciudad es surrealista por naturaleza, y es curioso que cosas como esa las tome uno por algo dado, cuando en realidad es un hecho atípico para la otredad.

viernes, 18 de julio de 2008

¿Ciudad ‘integral’?...

Hace unas semanas, en el marco de una reunión con funcionarios brasileños del Ministerio de las Ciudades – que se encarga del ordenamiento territorial y la urbanización en ese país –, tuve la oportunidad de conocer algunos proyectos que realiza la denominada Autoridad del Centro Histórico (ACH), creada apenas en esta administración local y dirigida por la reconocida historiadora Alejandra Moreno Toscano.

La presentación que hicieron habló de un proyecto integral para la Ciudad de México, que incluye el transporte público y la sustentabilidad. En pocas palabras, pretende mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta ciudad. Se contempla la implementación de medidas como las que a continuación se mencionan:

- Transporte público integral: previendo que recursos naturales como el petróleo se vuelven cada día más escasos, se propone un nuevo modelo de gestión a largo plazo (al menos 30 años), que incluye una red planeada y bien articulada de transporte público que conecte al metro con el metrobús y a este con el tren suburbano, por mencionar algunos. También se incorporará un tranvía de nueva generación al Distrito Federal, cuya ruta principal correrá por Eje Central, que, de acuerdo a estudios realizados, es la avenida más contaminante de la entidad.

- Zonas verdes: a falta de espacios urbanos donde se puedan sembrar árboles (el Centro Histórico, por ejemplo), se han puesto en marcha jardines verticales o en azoteas, los cuales se riegan por goteo o con el sistema de fieltro en lugar de tierra. Ya hay uno en el callejón de 5 de Mayo y Palma y se ve sensacional, con plantas tradicionales mexicanas que no requieren mayor mantenimiento, formando figuras de serpiente emplumada y que además de dar al entorno una cara amable purifican el ambiente.

- Corredores peatonales: hace décadas las ciudades se caminaban. Con esa idea se quieren rescatar los espacios públicos de encuentro, donde la gente pueda disfrutar de una buena caminata o un paseo familiar sin el peligro de los transportes motorizados.

Todo sonaba de primer mundo, planeado, armónico, fenomenal. Hasta se podían vislumbrar los espacios planteados. La integralidad de la ciudad como un potencial a desarrollar aquí y ahora. Y sonaba aun mejor dicho en un espacio tan bello como la casona colonial que alberga las oficinas de la ACH, con la mejor vista del Templo Mayor de toda la redonda.

De ahí recorrimos las calles del Centro Histórico donde se ha puesto en marcha el programa de rescate de fachadas, nos invitaron a conocer el palacio donde está la sede del gobierno del D.F. (qué lugar, vaya que es majestuoso nuestro patrimonio!!) y terminamos la jornada comiendo exquisito en el ya clásico El Cardenal de la calle de Palma.

Llegó el momento de regresar a la oficina y no pude más que presenciar la realidad que vive el espacio público urbano del que se habló todo ese rato, al subirme a un desvencijado e inmundo peserucho que tuve que abordar en Reforma.

De apariencia miserable, distribución interna absurda (que en ocasiones ni siquiera le permite a uno estar cómodo en los asientos tamaño ‘muñequitos de pastel’ que tienen) y con un trato indigno para el pasajero por parte del conductor (desde su manera de conducir, la música que llevan a todo volumen, un aspecto de miedo y una actitud de pocos amigos, aunque hay sus contadas y decentes excepciones), no pude evitar pensar que no podemos hablar de proyectos integrales para la ciudad, de tecnología de nueva generación ni nada de eso mientras existan ‘tercermundismos’ como esos peseros (y todavía les autorizan a esos miserables peseretes aumento a la tarifa, premiando su gañanez y falta de calidad…).
Pensar en integralidad en estas condiciones es casi una ficción.

viernes, 11 de julio de 2008

Todo es relativo

¿Qué significa que algo sea costoso? La respuesta sería que todo es relativo. Veamos las siguientes comparaciones y ustedes dirán:

- Mucha gente piensa que es mucho invertir entre 90 y 250 pesos en un concierto sinfónico, pero está dispuesta a pagar entre 500 y 2000 pesos por uno del artista del momento.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 200 pesos en consumo bimestral de agua, pero está dispuesta a pagar 400 pesos por una botella de vino.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 35 o 45 pesos por ingresar a un museo o sitio arqueológico, pero está dispuesta a pagar entre 120 y 300 pesos por entrar a un centro de entretenimiento tipo Six Flags.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 500 o 700 pesos por persona en un viaje de fin de semana a una ciudad cercana, pero está dispuesta a pagar más de 1,000 pesos per cápita en una ida al bar o al antro.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 300 mil pesos por el enganche de un inmueble, pero está dispuesta a pagar la misma cantidad por un auto que se deprecia rápidamente en contraposición a tener un patrimonio.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 14 pesos por un kilo de fruta, pero está dispuesta a pagar 40 pesos por una taza de café del restaurante de moda.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 500 pesos en una consulta médica, pero está dispuesta a pagar más de 600 pesos por unos pantalones de mezclilla.

- Mucha gente piensa que es mucho invertir 120 pesos en un libro, pero está dispuesta a pagar 300 pesos por un corte de pelo.

- Mucha gente dice que no tiene tiempo para hacer ejercicio, pero está dispuesta a pasar una hora diaria frente al televisor viendo las famosas series.

A propósito de comparaciones, en 1998, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó algunas estadísticas que pusieron a temblar al mundo por la inequidad e ironía que llevaban consigo:

- Con 6 mil millones de dólares anuales se podría dar educación a todos los niños del mundo… pero simplemente en cosméticos, los estadounidenses gastan 8 mil millones de dólares al año.

- Con 9 mil millones de dólares anuales se podría dar agua a todas las localidades del mundo… pero simplemente en helados, los europeos gastan 11 mil millones de dólares al año.

- Con 12 mil millones de dólares anuales se podría dar atención ginecológica a todas las mujeres del mundo… pero simplemente en alimento para animales, los estadounidenses y europeos gastan 17 mil millones de dólares al año.

- Con 13 mil millones de dólares anuales se podría alimentar a toda la población mundial… pero simplemente en cigarros, los europeos gastan 50 mil millones de dólares al año.

¿Qué tal, qué piensan? Condición humana o no, lo cierto es que cada uno tiene una lista de prioridades, gustos y presupuesto muy personales, pero nunca se deben olvidar 3 puntos esenciales: la familia, la salud y todo aquello que nos enriquece como seres humanos.

viernes, 4 de julio de 2008

Una oportunidad para la paz: la liberación de Ingrid Betancourt

De un momento a otro, sin anuncio previo, sin fecha ni hora convenida, Ingrid Betancourt, ex candidata a la Presidencia de Colombia, recuperó su libertad luego de 6 años de cautiverio en manos de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC). Júbilo colectivo, vítores mundiales, reencuentros familiares y la esperanza de paz más presente que nunca en esa región del continente americano.

¿Cómo se originó el conflicto? Al igual que muchos países – al menos de América Latina –, la historia colombiana ha presenciado el conflicto bipartidista entre liberales y conservadores. En la década de los 50 del siglo XX, ambos desataron una lucha a muerte que en 5 años dejó un saldo de 300,000 muertos y diversos focos insurrectos de uno y otro bando. Llegada la situación al límite, liberales y conservadores lograron un acuerdo: alternarían en el poder por 16 años bajo el nombre de Frente Nacional. En pocas palabras, se anuló la oposición en forma.

A raíz de eso empezaron a formarse diversos grupos inconformes, entre ellos las FARC, que originalmente, en 1964, fue formada por campesinos que clamaban por la reforma agraria. Paulatinamente, sus postulados se fueron radicalizando hasta constituirse en un grupo guerrillero de corte marxista-leninista cuyo objetivo principal es derrocar al gobierno opresor.

Sus técnicas terroristas abarcan una gama de ilícitos que incluye el secuestro, los asesinatos, extorsiones, atentados, narcotráfico, robo de ganado y una violencia que, aunada a los choques con grupos paramilitares de los terratenientes inicialmente agraviados por los campesinos fundadores de las FARC, y el despliegue de soldados por todo Colombia, han llevado a la militarización y al miedo generalizados.

Los secuestros se enfocan principalmente a personajes públicos, con la finalidad de tener mejores ‘cartas’ para negociar con el gobierno y presionar para que se cumplan sus demandas. Así fue como Ingrid Betancourt cayó en sus garras durante una gira de campaña por la selva colombiana, una pesadilla que duró más de 6 años y sabrá Dios cuántas vejaciones.

Todos, creo que sin excepción, nos hemos regocijado ante la liberación de esa pobre mujer. Sin embargo, debemos preguntarnos, ¿cuántos ‘Betancourt’ no siguen padeciendo la prisión de las FARC o de cualquier grupúsculo demente? Ella es una persona reconocida que tuvo los reflectores y los medios internacionales bien puestos sobre su causa. Mas ¿quién abogará por los otros, por las más de 700 personas que siguen prisioneras de los guerrilleros en Colombia?, ¿cuánto tiempo más?

Muchos pueden ser los factores que llevaron a la exitosa operación mediante la cual rescataron en esta semana a 15 rehenes – el debilitamiento de los guerrilleros a partir de la muerte de su líder, mejor conocido como Manuel Marulanda o Tirofijo (que seguramente el ignorantazo Fox diría 'esa señora de las FARC, Maru Landa', como con Borges, jajaja), el soborno a quien resguardaba la entrada del lugar de cautiverio, el apoyo de Estados Unidos, negociaciones secretas –. Lo cierto es que las FARC deberán replantear su estrategia si es que pretenden seguir en la escena pública.

Pero por nosotros, que no replanteen nada, que se tiendan la mano los involucrados y que abran paso a la tan anhelada paz en tierra colombiana.