sábado, 20 de agosto de 2011

Consejos no escritos

En plena era de la información, temas como el embarazo y el postparto no son excepciones, de manera que es posible encontrar páginas y páginas –que impresas implicarían kilos y kilos de papel– con datos, consejos, preguntas, respuestas, diagramas y un sinfín de elementos útiles para transitar por el maravilloso camino de dar vida a otro ser.

A pesar de ello, existen pequeños detalles que hacen la diferencia y por lo general sólo se saben sobre la marcha, aunque uno que otro de ellos bien te lo puede compartir alguien (y cómo se agradece!!).

Es por eso que, a manera de remembranza para quienes lo han vivido, como consejos prácticos que de mucho servirán a quienes planean hacerlo y como anécdotas generales para el resto, comparto con ustedes algunos de esos ‘no escritos’:

- Aunque parezcan una miniatura y se piense que nadie cabría en ese breve espacio, sí es necesario tener ropa talla ‘recién nacido’ (RN o NB, unos dos o tres trajecitos, camisetas y/o mamelucos), lo mismo que pañales para esa etapa (con dos paquetitos es más que suficiente).

- No basta con tener los artículos que el bebé necesita; hay que leer los instructivos antes de su llegada a casa (ojo con esterilizadores de mamilas, monitores, instalación de autoasientos, armado de bouncers, carriolas, etc…).

- Una sana y sustentable alternativa inicial a las toallitas húmedas son las motitas de algodón humedecidas en agua (y qué mejor si está tibia!!).

- Es recomendable tener un escurridor de trastes exclusivo para mamilas, extractores de leche y, en su caso, chupones, lo mismo que una esponja y recipiente para jabón que sólo se utilicen con lo del bebé.

- Es bueno contar con una lata de fórmula (leche maternizada), etapa 1, por si la lactancia no funcionó o es insuficiente; es mejor eso que estar buscando una tienda o farmacia el día que sale uno del hospital con todo y tiernito.

- En los supermercados venden unas esponjas grandes, planas, en forma de osito, que son especiales para usarlas en la tina a la hora del baño. Con ellas el proceso es más seguro y sencillo para todos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Cada quien su patrimonio cultural

El próximo 16 de agosto se cumplirán 34 años de la muerte de Elvis Presley, quien fuera un fenómeno musical y de imagen gracias a sus canciones, sus bailes, su peinado, sus atuendos y una voz privilegiada que imprimió su sello personal a cada interpretación.

¿A quién no le mueve los piecitos Jailhouse Rock, quién no se siente volar con la romantiquísima Are you lonesome tonight, o quién no marca los compases de Hound Dog –por cierto, una vez vi la repetición de un programa en el cual salía Elvis con el sabueso al que alude la rola: la escena era súper simpática, con el chucho sentado en alto, con un smoking, sombrero y sus característicos ojos gachos, y ‘El Rey’ cantándole casi al oído, jaja–?

Tal es su relevancia, que bien se podría decir que Elvis es parte del patrimonio cultural estadounidense, pues forma parte de su identidad, de su imaginario colectivo. Si no, pregúntenle a las miles de personas que visitan anualmente Graceland, la emblemática casa de Memphis, Tennessee, donde vivió Elvis hasta su muerte, con sus rejas de entrada de pentagrama y con notas musicales.

Graceland es la segunda vivienda privada más visitada de todo Estados Unidos, únicamente después de la Casa Blanca. Además, se ha vuelto casi un lugar de peregrinación y culto para sus fanáticos. Ahí se pueden encontrar sus muebles, sus discos, su moto, sus premios y, por supuesto, una tiendita con toda clase de parafernalia alusiva al ‘Rey del Rock’.

O qué tal Las Vegas, donde decenas, quizá cientos de aficionados viven de imitar a Elvis; dan conciertos, cobran por tomarse la foto con ellos y hasta dan autógrafos, como si realmente fueran la reencarnación del mítico cantante.

Por todo lo anterior, es evidente que ‘el Rey no ha muerto’, que lejos de haber desaparecido se ha convertido en toda una industria de la que viven muchísimas personas dedicadas al turismo, la música y el entretenimiento; al día de hoy, Elvis Presley es el tercer artista que más discos ha vendido en la historia, con un cifra que supera los 300 millones, sólo atrás de The Beatles y Michael Jackson. Y lo que eso implica en ganancias, uf…

Haciendo el paralelismo, en México tenemos un verdadero patrimonio cultural milenario, tanto tangible como intangible: hay sitios arqueológicos, comida tradicional, bailes, festividades, ciudades coloniales y una diversidad que no tiene fin.

Y si nos vamos a la parte contemporánea, también tenemos nuestros músicos, poetas y locos que bien podrían generar los millones de pesos que se necesitan para impulsar el desarrollo en las comunidades que albergan ese patrimonio. Sin embargo, es día que, teniendo la mesa puesta, no hay quien invite a los paseantes a asomarse o siquiera a ver el menú, para ver si se les antoja…

sábado, 6 de agosto de 2011

¡Comida, por favor!

Cómo me indigna que ahora, en la era del consumismo desenfrenado, la gente vaya a los restaurantes y desperdicie la comida, dejando intacta buena parte del platillo seleccionado, y que naturalmente no piden para llevar lo que sobró a su casa. Lo mismo cuando en las celebraciones se parten pasteles y los asistentes dejan más de media rebanada o de plano la porción completa.

No sé si lo hagan por estatus mal entendido, por decir ‘Tengo para esto y me doy el lujo de tirarlo’, por capricho, por avorazamiento, por pena de decir ‘No gracias’ o porqué, pero lo cierto es que la comida es y seguirá siendo sagrada.

Si no, pregúntenle a los 10 millones de seres humanos en riesgo de morir literalmente de hambre en Somalia, Etiopía y Kenia, en el llamado ‘cuerno de África’, donde la peor sequía de los últimos 50 años en ese continente, las guerras intestinas por el poder entre grupos somalíes y la indiferencia internacional han provocado una situación que se ha desbordado a últimas fechas.

No es posible seguir viendo imágenes de personas que ya no tienen un gramo de carne en el cuerpo, que reflejan sombras enteramente mortecinas, cuya mirada se hunde ante la desesperación de no tener qué comer.

Y lo más lamentable es que de esa población un buen porcentaje son niños: de acuerdo al UNICEF, 2.23 millones de ellos padecen desnutrición crónica aguda y 720,000 están al borde de la muerte. Es decir, muchos de ellos no sobrevivirán y quienes lo hagan será con secuelas neurológicas y físicas que durarán el resto de su vida.

¡En serio que cómo duele ver esas caritas tristes de los pequeñines africanos! Si a uno le duele la cabeza, se le baja la presión o se pone de mal humor porque la hora de comer se le recorrió media hora o cuarenta y cinco minutos, cómo estarán ellos, que a su tierna edad menos entienden razones para soportar la falta de alimento en el estómago.

Por eso, debemos sentirnos infinitamente privilegiados de tener qué comer, de poder abrir el refrigerador y darnos el lujo de decir ‘¿qué se me antoja para cenar o desayunar?’, porque en ese contexto vaya que se trata de un lujo.

Y así, llegando a casa y viendo a mi chiquitina hermosa rozagante, llena de vida, con unos cachetitos que te comes a mordiditas, sus piernitas bien dadas y un color rosado que refleja un estado pleno de salud, me siento francamente privilegiada, y no me queda más que dar gracias, como siempre mil gracias a Dios por ser tan afortunada.

(Pregunta: ¿Alguien había oído hablar de esta tragedia en los medios nacionales? Por supuesto que no, pues ellos prefieren el amarillismo de las ejecuciones, las detenciones de la PGR y otras nimiedades que a nadie interesan, como la novia de Marcelo Ebrard o la grilla barata de los precandidatos a la presidencia en 2012, por ejemplo).