viernes, 25 de enero de 2008

Precaución: ofertas a la vista

Viernes 4 de enero, 10:45 de la mañana. Ahí estábamos, al lado de otros que también esperaban el gran momento. Más por la experiencia del primer minuto que por otra cosa. En el aire la expectativa, cada minuto que pasaba significaba estar más cerca.

10:50. Va llegando más gente, mucha más gente, incluyendo menores a bordo de sus carriolas e individuos que prescindieron de la ducha con tal de llegar.

10:59. Las personas se agolpan a las puertas del lugar. Risas nerviosas en algunos, espíritu competitivo en otros.

11 en punto: se abren las puertas y el tumulto se arremolina. Hay quien corre, se abalanza, empuja o se emociona. Al interior, cámaras digitales y teléfonos celulares para fotografiar o grabar el instante.

Se trataba del primer día de ofertas de varias tiendas, particularmente del grupo español Inditex. Nosotros no íbamos a comprar, sino a ver lo que se ha convertido en todo un fenómeno de temporada – o incluso sociológico –, y francamente vale la pena vivirlo al menos una vez.

Es gracioso ver a la gente, principalmente mujeres, tomando prendas y accesorios a diestra y siniestra, como si realizaran una prueba contra el tiempo. Luego, fila para probarse las cosas, y otra larga y tendida para pagar. Pero en serio que parece que no tuvieran una sola blusa, pantalón o par de cacles en su guardarropa, son auténticos cerros de mercancía lo que lleva cada comprador; como si fuera la primera vez que fueran a vestir, o como si se les fuera a terminar el mundo.

¿A qué nos lleva esto? No al análisis del consumo, sino a los focos rojos del consumismo extremo. ¿Realmente necesitan toda esa ropa que compran? Seguramente no. ¿En verdad cuentan con recursos para pagar todo eso que compran? Lo más probable es que no. Entonces, ¿por qué lo compran? Porque la publicidad ejerce un efecto perverso sobre la población. Apenas ve uno los anuncios de ‘ofertas’ o ‘rebajas de hasta 50%’, entra la inquietud de ir a la tienda.

Pero siempre hay que tener un control, y más si se trata de nuestro propio presupuesto. Si sólo es ‘por no dejar’, está bien darse una vuelta en estos días, cuando ya ofrecen ‘rebaja sobre rebaja’, es decir, cuando la mercancía está más escogida y por lo mismo lo que uno compra es porque coincide con el estilo y gusto personal, pero no por simple impulso y por lo cual habrá posterior arrepentimiento.

Y luego de recorrer 3 tiendas nuestro historial parecía impoluto, hasta que dimos con un juego de sábanas a muy buen precio. Pero como se dice en estos casos, nunca están de más, jaja!!

viernes, 18 de enero de 2008

La España de Goya

Las entregas anuales de premios cinematográficos se acercan y con ellas un sinfín de películas que refrescan la cartelera. Entre ellas se encuentra Goya y la Inquisición, un excelente filme que se estrena este viernes en nuestro país y que tuvimos oportunidad de ver en función especial la noche de ayer.

La historia se desarrolla en la Europa absolutista del siglo XVIII, concretamente en la España de Carlos IV, en la cual el rey no era la única figura autocrática, sino también el Santo Oficio de la Iglesia, rodeado de injusticia y arrastrando prácticas inhumanas como la quema de personas, la horca y la tortura.

Mas no todo fue obscuro: paralelamente, artistas como Francisco de Goya dejaron aflorar su ingenio con una maestría única, muy a pesar de la doble moral de clérigos, políticos y aristócratas. Y es precisamente Goya ese eje que acompasa la película, una especie de narrador que testifica la forma en que se conectan las vidas del padre Lorenzo, veleta sin escrúpulos, e Inés, una joven acomodada de su época, cuya vida quedó trastocada a partir de que conoce al sacerdote.

Como bien dijo César al término del evento, la película no tiene un pero: la trama, las caracterizaciones, la ambientación, las actuaciones, todo está muy bien pensado, todo encaja y eso lo lleva a uno a introducirse hasta las venas de la historia.

Cabe destacar un aspecto particular de los actores, principalmente del español Javier Bardem y la estadounidense Natalie Portman. Del primero, da gusto que esté teniendo una proyección internacional tan amplia al tiempo que reconocen su trayectoria en un medio frívolo y superfluo, donde si no eres el prototipo de galán es difícil sobresalir. Bardem no es precisamente bien parecido pero tiene lo que en realidad trasciende: talento, y es por eso que destaca.

El caso de Portman es similar pero en sentido inverso: a pesar de su juventud y de que físicamente es bonita sin necesidad de bisturí, ella es reconocida por la calidad de su trabajo y ha sabido seleccionar las películas en que participa.

Recomiendo ampliamente Goya y la Inquisición, señalando finalmente que no es una película de grandes públicos ni de millonaria promoción, pero sí de una calidad que no se ve tan a menudo.

viernes, 11 de enero de 2008

El rey que ruge y canta en nuestra ciudad

Empezamos el año con buenos augurios, la pila bien puesta y un excelente montaje artístico en el Auditorio Nacional: El Rey León, que estará por estos lares durante 10 o 12 días más. Nosotros fuimos la semana pasada y verdaderamente nos quedamos con una muy buena impresión.

La versión es la misma que se presenta en Broadway desde hace 10 años, con la música de Elton John y Tim Rice y decenas de actores en escena que hacen vibrar al público al ritmo de ‘Jakuna matata’ – que a la fecha tarareo cuando camino en los pasillos de la oficina, jaja –.

Qué creatividad, qué espectáculo tan diferente. La sorpresa dada por el desfile de animales que se dirigían a la Roca del León para rendirle honores al recién nacido heredero, el cual incluyó enormes elefantes, un rinoceronte, aves, monos y otros felinos. En serio que qué buenas caracterizaciones, en especial la del guepardo y las jirafas, y qué decir de Timon y Pumba, siempre tan frescos.

También están espectaculares los trajes a la usanza tradicional africana, la orquesta en vivo, las percusiones, las luces, el colorido de cada escena, los efectos especiales, los amaneceres en la sabana y el movimiento de la vegetación llena de vida. Hay energía, musicalidad y emociones al por mayor.

La historia está tan bien relatada que uno se introduce por completo en ella. Sólo hacía falta que, a la usanza de los pequeños, todos gritáramos angustiados una advertencia a Simba cuando su tío Scar lo lleva al despeñadero: ‘¡Cuidado, es una trampa!’.

Eso sí, el montaje no es propiamente para niños. Si bien es cierto El Rey León de Disney, que nació como un largometraje de dibujos animados en los años noventa, es ya un clásico infantil, el musical que vimos dura cerca de tres horas y todo está relatado y cantado en inglés, así que más vale que los chiquitines sigan con ‘su peli en caris’ y dejen este evento para otra etapa.

Expresiones artísticas como esa lo llenan a uno de sensaciones positivas. Empezar así el año ha sido algo muy especial y altamente enriquecedor, al tiempo que nos muestra que nuestra ciudad se ha consolidado como destino obligado para conciertos y espectáculos de primerísimo nivel que se presentan en todo el mundo.

Lo que sigue es estar al pendiente de la cartelera y ver qué ofrece la agenda artístico cultural este 2008.
P.D.: Descanse en paz Andrés Henestrosa, maestro oaxaqueño de nuestras letras.